INTRODUCCIÓN
En esta actividad aprenderemos las
diferentes características de algunas culturas de los estados de la República
Mexicana, como los rasgos más sobresalientes de cada una de ellas y
principalmente su historia en el arte.

AGUASCALIENTES
El gran estado de Aguascalientes ofrece
una gran variedad de atracciones para el turismo para todo tipo de visitante.
Aquí se exponen algunas de las atracciones y actividades para el turismo en
México. Feria de San Marcos Esta antigua ciudad minera es ahora conocida por
ser sede de una de las más antiguas y famosas ferias de México, la Feria
Nacional de San Marcos. Charreadas, peleas de gallos, conciertos,
exhibiciones de arte y hasta el Premio Nacional de Poesía son parte del
amplio repertorio de actividades que esta gran celebración ofrece a sus
visitantes.
Cultura
de Aguascalientes
Como buen representante de la cultura mexicana, Aguascalientes es una
tierra de ricas tradiciones y alegres festividades.
ARTES Y TRADICIÓN
Las múltiples fiestas que se celebran en estas tierras, la Feria
Nacional de San Marcos, la Romería de Nuestra Señora de la Asunción, el
Festival de las Calaveras y la Feria del Señor del Encino entre otras, nos
dan la oportunidad perfecta para conocer los elementos que conforman la rica
cultura aguascalentense. La cual es además, apoyada fuertemente por el
gobierno, ya que según el Instituto Nacional de Bellas Artes, Aguascalientes
es el estado que más invierte en cultura en el país.
La principal industria artesanal del estado es la industria textil. Las finas
técnicas del bordado y del deshilado utilizadas dan como resultado prendas y
objetos de admiración internacional, y es que aunque son técnicas originadas
en Europa, las mujeres del estado las adoptaron rápidamente para reproducir
su colorido mundo, dando como resultado, un arte representativo de la región.
También se fabrican artesanalmente sombreros y trajes charros, artículos de
cerámica, joyería y talabartería.
Su gastronomía es a base de carnes, entre los platillos principales encontramos
la birria de barbacoa de carnero de la olla o tatemada, la gallina en salsa
envinada y la carne ranchera de puerco. Además, durante los festejos de San
Marcos se destaca la preparación de un platillo a base de pollo y frutas al
que ningún paladar se puede resistir.
Durante los años cincuenta, Aguascalientes disfrutó de un gran auge
vitivinícola ya que cuenta con viñedos productores de vinos de mesa,
aguardientes, licores de extractos de frutas y su popular dulce de uvate. Es
por esto, que a inicios del mes de septiembre se celebra el Festival de la
Uva y el Vino Nuevo, en donde participan las más importantes vitivinícolas
del estado.
Pero a pesar de la fiesta y algarabía que traen consigo tantas celebraciones,
los aguascalentenses son gente muy tranquila y pacífica. Aún dentro de
México, se reconocen por su amabilidad y por defender antiguas costumbres.
Todo esto dentro de un marco de modernidad que no están dispuestos a ignorar,
y es por eso que en Febrero de 2007, RyTA – Radio y Televisión de Aguascalientes
– estrenó nuevas instalaciones. Con el objetivo de incrementar sus esfuerzos
por mantener comunicado al estado a nivel regional, nacional e incluso
internacional, ya que no se olvidan de los paisanos radicados particularmente
en EUA.
Esta conjunción de pasado y presente la encontramos también en sus
actividades deportivas. Uno de los deportes más practicados hoy en día es el
frontón; juego que guarda algunas similitudes con la práctica del rebote, el
cual se jugaba también en los estados actuales de Zacatecas, Nayarit y el
norte de Jalisco hace tres cuartos de siglo. Y consistía en rebotar una
pelota con centro de piedra, forrada de hilos y piel de conejo contra una
pared.
Asimismo, la intensa actividad ganadera practicada desde la época colonial, dio
inicio a las prácticas ganaderas de recreación conocidas como charrería.
Estas, han evolucionado en sus reglas y estructura y hoy son consideradas
parte de las actividades físicas que identifican a los habitantes del estado.
Baja California
Cultura de Baja California
El intenso intercambio cultural entre bajacalifornianos y norteamericanos
fronterizos ha dado como resultado una cultura predominantemente mexicana,
pero única en su género.
La evolución de esta sociedad, orgullosa hoy de su identidad y de su tierra,
la encontramos principalmente en sus expresiones artísticas. El arte del
colectivo Nortec es resultado de la fusión de sonidos tradicionalmente
mexicanos – ritmos norteños, elementos de la tambora, del jarabe tapatío, etc
con los modernos sonidos techno-dance. Esta original mezcla descubre la nueva
cara de la cosmopolita y creativa juventud de Tijuana y Ensenada. El
renacimiento de la otra sociedad perdida, pide al escéptico visitante
olvidarse de los estereotipos y prejuicios, “olvídate de las…calles sin
asfaltar, narcos, burros. Olvídate del peligro, del temor de la preocupación”
reza la presentación al internacionalmente aclamado volumen 1 de Nortec
Collections.
Su más reciente creación es la publicación del libro “Paso del norte, This is
Tijuana!”, un libro que contiene la crítica social que los jóvenes
bajacalifornianos del siglo XXI hacen de la cultura de miedo, narcos y
violencia que ha caracterizado a la frontera a la que pertenecen.
Al mismo tiempo, la modernización de las ciudades fronterizas del estado ha
colaborado a cambiar los estereotipos ofreciendo un ambiente atractivo tanto
para los inversionistas extranjeros como para los turistas que buscan
deleitarse de la riqueza cultural y natural que tienen por ofrecer.
BAJA CALIFORNIA SUR
Cultura de Baja California Sur
La gran influencia que la evangelización católica ejerció en la formación
de tradiciones y celebraciones que con orgullo festeja el pueblo de México,
podemos observarla hoy en las fiestas del santo patrono de cada pueblo y
ciudad sudcaliforniano. Debido a que la invasión del hombre europeo durante
la conquista española trajo consigo enfermedades desconocidas para las etnias
indígenas que poblaban la región, estos resultaron casi exterminados desde
finales del siglo XVI; y los rastros de sus costumbres y tradiciones se
perdieron por completo con la imposición evangélica de las misiones católicas
que ahí se instalaron.
Durante las fiestas patronales, muchos bautizos y primeras comuniones son
celebrados alrededor del bullicio generado por la música del mariachi y los
bailes populares, las peleas de gallos y las carreras de caballos. Para
cerrar con broche de oro disfrutando de sendos banquetes de típicos platillos
mexicanos como la carne asada en leña de mezquite, los tamales, las tortillas
de harina y la barbacoa.
Algunas de las festividades más grandes o destacadas son las fiestas
patronales de San José del Cabo, San Francisco Javier, San Bartola, Santa
Rosalía, La Purísima, Miraflores y Todos Santos.
La cultura del deporte en el estado es también una tradición. En él se
celebran las Olimpiadas de Baja California, sin embargo, en los últimos años
esta área había quedado rezagada en cuanto a desarrollo de infraestructura y
promoción principalmente. A inicios del año 2007, el gobierno estatal anunció
un proyecto de impulso al deporte en un plan de desarrollo de cuatro años. En
éste, está contemplada la construcción de una unidad deportiva con estadio de
fútbol en Cabo San Lucas con capacidad para 10,000; una pista de atletismo
para Comondú; la unidad deportiva de Guerrero Negro; entre otras. Así como el
desarrollo de los deportes acuáticos que pueden ser realizados en la Bahía de
La Paz, tales como remo, canotaje, vela, veleo, etc.
Campeche
El principal atractivo de Campeche se encuentra en su enorme patrimonio
natural. Éste se encuentra dividido en 4 grandes regiones naturales: La
costa, la montaña, los ríos y la selva. En cualquiera de estas regiones
existen facilidades y elementos para practicar las diferentes modalidades del
turismo alternativo: el ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo
rural.
Cultura de Campeche
El estado de Campeche ofrece al visitante un despliegue de gran riqueza
cultural contenida en cada manifestación de la vida cotidiana de sus
habitantes.
1. FIESTAS
Fiesta del Cristo Negro de San Román
San Román Mártir es el Santo Patrono del estado de Campeche, el cual es
objeto de gran veneración por parte de todos sus habitantes. Y es que en
1565, poco después de fundada la Villa de San Francisco de Campeche, ésta
resultó muy dañada por el ataque de una plaga de langostas que azotó la
península. Entendiendo tal infortunio como un castigo del cielo, los
habitantes de la villa decidieron echar a la suerte la elección de un santo
que fungiera como patrono protector. Y para la construcción del templo donde
se le rendiría culto se mandó pedir un cristo negro que arribó de Europa.
Así, nacen las fiestas del Cristo Negro de San Román.
Carnavales
Con origen hace 450 años, los carnavales celebrados en el estado de Campeche
son testimonio del legado español en suelo mexicano. Así, cada mes de
febrero, se celebran a lo largo del estado estas festividades populares, en
donde destacan actividades como el desfile del entierro del mal humor, el
desfile de las flores, concursos de disfraces y de carros alegóricos,
festivales musicales y las coronaciones de los reyes de cada carnaval.
Día de Muertos
A pesar de ser una celebración que se realiza en gran parte de México, el
origen maya de estas tierras le confiere una particular importancia. Por lo
que, a partir del 31 de octubre inician las peregrinaciones hacia los
panteones para recordar con alegría a los muertos y los días 1 y 2 de
noviembre se montan los altares con las ofrendas con que estos se deleitarán,
particularmente el pibipollo, platillo típico campechano.
2. MÚSICA
Los campechanos se distinguen, como gran parte del pueblo mexicano, por su
algarabía y su pasión por la música y la danza. Como testimonio de esto, se
cuentan entre sus bailes representativos más de una docena de jaranas nacidas
de la historia de este vivaz estado costero.
Entre las jaranas (bailes zapateados típicos de la Península Yucateca que
comprende además a Quintana Roo y a Yucatán) más importantes podemos
mencionar las Chancletitas – en alusión al calzado popular de las
campechanas; la Guaranducha con influencia negra; el Pichito Amoroso – en
imitación de los movimientos del pájaro del mismo nombre, quien se distingue
por ser el ave más amorosa de entre todas las aves; los Aires Regionales; el
Jarabe Cubano; el Baile del Almud; La Flor de la Malagueña con marcados
orígenes españoles; el Jarabe Gatuno – alguna vez prohibido por sus
inapropiados movimientos y el Fandango, entre otros.
3. GASTRONOMÍA
La destacada cocina campechana es fruto exquisito de la mezcla de las cocinas
maya, española y pirata europea; y es hoy testimonio de la cultura de su
gente.
El alegre vendedor ambulante ofrece sus manjares con populares rimas que a
gritos avisan de su paso a las cocineras del hogar. Mientras los hombres
acuden a los mercados a comprar el resto de las provisiones, costumbre que
proviene de la época en que por miedo a los piratas, las mujeres se quedaban
resguardadas en casa. Al llegar la hora de la comida, el platillo a degustar
corresponde al día de la semana en turno, pues como costumbre, el menú de la
semana se repite a la semana siguiente y a la siguiente y a la siguiente.
El suculento y abundante menú de la cocina campechana es imposible de
enumerar. Algunos de los platillos con ingredientes de mar incluyen el pan de
cazón, los pescados papaché, sierra, esmedregal, rubia, pámpano, cherna,
mantarraya, pargo dientón, ángel y muchísimos otros. Los camarones de sus
aguas son los más solicitados en todo México; de entre todas sus clases, los
camarones pequeños campechanos son los más sabrosos.
Otros platillos que se destacan por su sabor único son el pibinal, los
tamales rellenos y los chiles rellenos y las salsas preparadas a base de
chile habanero o de achiote.
4. ARTESANÍAS
Destaca la fabricación del sombrero de panamá, que contrario a toda creencia
no es elaborado en el país del mismo nombre. Los hombres artesanos de Becal,
Campeche que se dedican a la elaboración de estos sombreros tejidos a base de
palma de jipi, deben internarse en pequeñas cuevas húmedas, ya que la fibra
es muy delgada y sólo en estas condiciones puede moldearse y lograr los
exquisitos tejidos que las hábiles manos de los creadores logran.
Además, en el resto del estado se practican el antiguo arte de la alfarería
(arte en cerámica), talabartería (arte en cuero), artesanías con objetos de
mar como conchas y caracoles, entre otras.
Chiapas
Chiapas es la frontera sur de México. Estado de contrastes en cultura y
tradiciones que ofrece al visitante una atractiva fusión de la naturaleza con
la tradición indígena y el futuro progresista.
Cultura de Chiapas
FIESTAS Y CELEBRACIONES
FERIA DE CHIAPA DE CORZO
La feria más grande es la de Chiapa de Corzo, en esta localidad, cada año se
visten de fiesta sus habitantes desde el día 8 de enero hasta el día 23 del
mismo mes. Durante las 3 semanas de festejo se celebran a los santos patronos
de San Antonio Abad y al Señor de Esquipulas, también se representa el
combate naval que sostuvo la gente de Chiapa de Corzo contra los españoles en
el Rio Grijalva. Los fuegos pirotécnicos, los desfiles, las grandes comidas,
los bailes, y los disfraces de “parachicos” y chiapaneca inundan las calles
de algarabía y color, durante la feria más concurrida de la región.
Los Parachicos. Cuenta la leyenda que una adinerada mujer española llegó a
Chiapa de corzo proveniente de la antigua ciudad de Guatemala a mediados del
siglo XVIII, se llamaba Doña María de Angulo. El motivo de su viaje era la
enfermedad de su pequeño hijo. Una vez que encontró a un curandero al que
buscaba, su hijo sanó y feliz regresaron los dos a su hogar. Años después,
toda la región de Chiapas se vio asolada por plagas de langostas que acabaron
con todos los sembradíos y esparcieron hambre y enfermedades entre la
población. Ante tal catástrofe, Doña María de Angulo regresó a Chiapa junto
con sus sirvientes para repartir frijol, maíz, gallinas y dinero como muestra
de agradecimiento por la sanación de su hijo. Por esto, cuando sus sirvientes
repartían las monedas, gritaban “para el chico, para el chico”, en referencia
a los pequeños chiapanecos.
Con motivo de esta buena obra, los habitantes de Chiapa de Corzo hacen el
desfile de Los Parachicos, donde una pequeña es elegida para representar a la
generosa señora y repartir dulces entre todos los niños.
CARNAVAL DE TUXTLA
Dentro de los límites de la capital chiapaneca habitaba la etnia zoque. Como
resultado de la conquista española, sus miembros festejaban cada año, durante
la semana santa el carnaval zoque. Esta celebración conjugaba elementos de la
nueva religión judeocristiana con tradiciones prehispánicas zoques. Los
elementos de la música y la danza tenían el lugar principal al representar
varias danzas como el Baile de las Viejas, “Suyu-Etzé”, y el Baile de las
Espuelas, “Tonguy-Etzé”. El baile principal de esta celebración era el de la
Pluma de Guacamaya o del Danzante, “Napapuc-Etzé”, durante el cual los
hombres de la etnia se vestían de mujeres y danzaban al ritmo del tambor y el
pito.
Sin embargo, la desaparición de esta comunidad se llevó consigo los elementos
originales de la feria y dio lugar al carnaval mestizo de Tuxtla. Celebrado
en las mismas fechas, el nuevo carnaval ha incorporado elementos de la
cultura moderna como la coronación de un rey feo y la reina del carnaval, el
entierro de Juan carnaval, el desfile de carros alegóricos, y diversos
concursos como el de la cerveza y los pasteles, entre otros.
CARNAVAL DE SAN JUAN CHAMULA
Al ritmo de la danza del Bolonchón, los hombres chamelas bailan vestidos de
mono “mash”, para después realizar una carrera frente a la iglesia del pueblo
en donde pasan sobre brasas ardiendo.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Como respuesta a las condiciones de desigualdad y discriminación en que viven
los pueblos indígenas de México, y particularmente de los que residen en
tierras chiapanecas, la sociedad civil ha creado distintos grupos de apoyo
tales como el Centro de Medios Independientes de Chiapas. Este centro, que
cuenta con pares en grandes ciudades del mundo como Seattle, Melbourne y
Praga, se dedica a difundir libre y gratuitamente cualquier noticia
relacionada con la lucha indígena por el mundo.
MÚSICA
El canto y son de los antepasados indígenas a su paso por las espesa Selva
Lancadona, por los refrescantes Lagos de Montebello, y por la fría Sierra del
Soconusco hoy es difícil de escuchar… Sin embargo, su legado musical perdura
en un instrumento reconocido internacionalmente de manufactura mexicana, la
marimba.
La marimba como hoy la conocemos, ha sufrido diversas transformaciones
físicas que han permitido que grandes maestros musicales chiapanecos como
Manuel Bolán, Corazón de Jesús Borraz, Rafael de Paz y Federico Álvarez del
Toro hayan perfeccionado su ejecución para llevar a Chiapas a las audiencias
más importantes del mundo.
Por otro lado, algunas de las etnias, como los zoques, mantienen vivas sus
tradiciones musicales y los instrumentos que las hacen posibles, como
tambores y pitos. Otras, como los tzotziles, se adaptaron al cambio que
significó en sus sociedades la conquista española y adoptando los
instrumentos musicales que los europeos introdujeron, como la guitarra y el
arpa, acompañan sus celebraciones.
LITERATURA
Jaime Sabines, (1926-1999), el poeta mayor de México, es originario de la
ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Entre sus obras más destacadas se
encuentran La señal (1951), Adán y Eva (1952), Tarumba (1960), Diario
semanario y poemas en prosa (1961), Yuria (1967), Maltiempo (1972) y Algo
sobre la muerte del mayor Sabines (1973). Obras que le valieron numerosos
premios, pero su verdadero legado fue el ser un poeta popular. Las obras de
Sabines entraron a las casas de millones de lectores hispanoparlantes que
nunca se han interesado por la poesía o por cualquier otra forma de arte
literario, pues en él encontraron la pasión de vivir alegrías y
desesperanzas, sin siquiera saber que la pasión que sentían tenía forma de
poesía, pero…Yo no le sé de cierto. Lo supongo.
Rosario Castellanos, (1925-1974), nación en la ciudad de México pero
inmediatamente fue llevada a vivir a Comitán, Chiapas. Durante toda su
trayectoria se destacó por ser promotora de la cultura mexicana,
particularmente de la cultura indígena chiapaneca. Poeta, novelista,
ensayista, crítica literaria, catedrática y diplomática, Rosario Castellanos
se dedicó a denunciar la desigualdad social y de género en México.
Sus principales obras incluyen Balún Canán (1957), Ciudad Real (1960), Álbum
de Familia (1971), Oficio de Tinieblas (1962) y el Eterno Femenino (1975).
Chihuahua
Cultura de Chihuahua
Las difíciles condiciones de la geografía chihuahuense dieron forma al
carácter de sus habitantes, quienes al igual que la mayoría de sus
compatriotas norteños han forjado su tenacidad y perseverancia gracias a la
dura labor que significa obtener del árido suelo algo de alimento y agua para
el sustento de su familia y su ganado. Esto, aunado a la característica
hospitalidad y buena disposición de ayudar de los mexicanos, conforman el
perfil del afanoso chihuahuense.
Es así que, en un suelo poco propicio para la agricultura, los colonizadores
europeos, misioneros e indígenas aprendieron a desarrollar técnicas para
conservar los alimentos ya que los periodos de cosecha eran breves y escasos.
Así, nacen los chacales (maíz seco), chile pasado, conservas de frutas y
frutas deshidratadas, carne deshidratada o cecina, y el famoso “queso
ranchero” hecho de leche de chiva o de res. Estos ingredientes adquieren un
característico sabor que los diferencia de los naturales, agregando a los
guisados chihuahuenses una sazón muy peculiar.
Sin embargo, esto no desmotivó a los habitantes prehispánicos de la zona
conocida como Paquimé o de Casas Grandes a desarrollar una gran ciudad con
construcciones de hasta 4 pisos hermosamente decoradas con artísticos objetos
de cerámica. Además de su desarrollado gusto por la alfarería, se
descubrieron grandes jaulas de aves exóticas provistas de calefacción y
patios para el juego de pelota.
Por lo que hoy, la sociedad chihuahuense está conformada por grupos indígenas
que aún conservan sus raíces y tradiciones muy arraigadas. Actualmente, el
grupo principal en número e influencia cultural en el estado es el de los
tarahumaras. Habitantes originales de estas tierras, fueron forzados a
retirarse a vivir en una porción de las montañas de la Sierra Madre
Occidental, hoy conocida bajo el nombre de Sierra Tarahumara. Como sucede en
el resto del país, este grupo étnico se encuentra entre los más pobres y
marginados del estado. Parte de su economía se sustenta con la venta de sikolís
y bitikolís, ollas y vasijas de barro y textiles y joyería de chaquira que
ofrecen en sitios turísticos del estado.
Otro grupo cultural de gran influencia en la vida económica y cultural de
Chihuahua es el de los menonitas. A principios del siglo XX, obteniendo
excepcionales concesiones de parte del gobierno mexicano en turno, el Gral.
Álvaro Obregón, llegaron a la comunidad de Santa Clara cientos de familias
menonita procedentes de Canadá, pero originarios de Holanda. Su origen
europeo, su religión única, la frugalidad que rige cada aspecto de su vida y
su característica dedicación al trabajo comunitario llegaron con todos ellos
para quedarse; y hoy, Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua es una floreciente
comunidad de origen menonita.
Un capítulo vergonzoso y triste no sólo en la historia de Chihuahua sino de
todo México, es el de los feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez. A partir
de la década de los noventa, el auge económico estadounidense llegó a la
frontera mexicana en forma de maquiladoras de exportación que abrieron
oportunidades a muchos mexicanos y mexicanas. Las mujeres trabajadoras de
Juárez sin embargo, vieron cómo esta oportunidad se convirtió en tragedia
cuando a partir de 1993 comienzan a ser víctimas de cruentos asesinatos y
misteriosas desapariciones que a la fecha continúan impunes. La trascendencia
de esta violencia misógina ha trascendido fronteras. Activistas de los
derechos humanos, artistas y políticos del mundo se unen a los clamores de
los familiares de las víctimas, quienes reclaman justicia para sus mujeres,
para las hoy famosas “muertas de Juárez”. Al respecto, el afamado escritor
latinoamericano Carlos Monsiváis ha denunciado la corrupción de las
autoridades mexicanas, quienes hoy en día han tenido que hacer grandes
cambios en los altos mandos de las autoridades juarenses, asignando por
ejemplo, como Fiscal Federal y Procuradora del Estado a mujeres que han
decidido trabajar en conjunto con la sociedad civil. La cual está organizada
en activas asociaciones como son “Nuestras Hijas de Regreso a Casa”, “Mujeres
por Juárez” y “Voces Sin Eco”. En 2007 se anuncia el estreno de la película
“Bordertown” o “Ciudad del Silencio” protagonizada por la estrella
hollywoodense Jennifer López y que aborda esta trágica realidad.
Coahuila
Formado por 6 principales regiones, Coahuila ofrece en cada una de ellas
particulares atractivos turísticos en donde historia, cultura y naturaleza se
integran para el gozo y asombro de sus visitantes, dichas regiones son
Carbonífera, Centro, Desierto, Laguna, Norte y Sureste.
Cultura de Coahuila
Las duras condiciones climáticas que imperan en la zona han hecho de los
coahuilenses hombres perseverantes y trabajadores. Pero no por eso menos
alegres o amantes del color que el resto de los mexicanos.
La elaboración de los coloridos sarapes de lana es un arte traído a Coahuila
por los indígenas tlaxcaltecas. Las danzas campesinas que festejan la
recolección de sus cosechas como el Jarabe Pateño y la Danza de la
Lechugilla, o las adaptaciones de bailes europeos como la Contradanza, Polea,
Redova y Chotis, alegran las reuniones coahuilenses.
La gastronomía norteña que predomina en los estados de Coahuila, Chihuahua,
Sonora y Nuevo León está compuesta por ricas tortillas de harina, carne
asada, carne seca y cabrito al pastor. En Coahuila además, la producción
vinícola de Parras viste las mesas con exquisitos vinos y licores de mesa
100% mexicanos. También, en Saltillo la elaboración de cajeta, ate de
membrillo, conservas de frutas como guayaba, membrillo, durazno y chabacano,
son una tradición generacional
Colima
De grandes riquezas geográficas y culturales, Colima ofrece lo mismo
paisajes de inigualable belleza, que diversas manifestaciones artísticas en
las que convergen un pasado prehispánico y una moderna ciudad que crece e
impulsa su turismo hacia el mundo.
Cultura de Colima
El colimense, colimota, colimeño como prefiera llamarle, es tranquilo,
relajado, hospitalario, feliz. Sentado bajo la apacible sombra de una palmera
en una de las tantas plazas de la ciudad, se refresca bebiendo sorbos de una
fría tuba. A su alrededor, pintorescas casas adornan las calles y numerosas
palmeras cocoteras se mecen al compás del dulce viento con olor a sal.
Uno de los grandes placeres de los colimeños es la cocina. Debido a lo cual
numerosos platillos típicos adornan sus mesas, preparados principalmente a
base de maíz, frutas, carne de cerdo, pescados y mariscos. Diversas
variedades de tamales de maíz, sopes cubiertos de picadillo, de pata, de lomo
o de pollo; langostinos de río preparados en caldo moyos o cangrejo moro
guisado a la diabla, pozole de cerdo y el tatemado de carne de cerdo deleitan
los paladares de locales y visitantes. Además, se distingue por su
originalidad el cebiche colimeño y el pescado a la talla. También, los dulces
postres de frutas como alfajor de piña, cocada, rollos de guayaba, plátanos
deshidratados y dulces de tamarindo destacan por su rico sabor.
Para refrescarse basta con buscar un “tubero”, personaje típicamente colimeño
que no duda en trepar por una palmera para bajar con lo que será el néctar
que sofocará cualquier calor, la tuba. Y es que, aunque originario de
Filipinas, en México el tubero es colimeño. Profesión transmitida de
generación en generación, el tubero obtiene la espiga de flores de la palma
de coco para preparar una refrescante y deliciosa bebida que junto con el
tejuino y el bate forman parte de la tradición colimeña de bebidas naturales.
El “mariachi de arpa”, que sustituye a la tradicional trompeta por un arpa),
es la expresión musical típica de los colimeños. Al compás de los sones y
jarabes más tradicionales alegres danzantes y devotos festejan alguna de las
muchas fiestas patronales católicas de cada comunidad. Los sones más
representativos del estado son El Camino Real de Colima, Las Comaltecas, El
Perico Loro, El Palmero, El Pasacalles, La Iguana de Tecomán, El Pedregal, LE
Pitayero y Los Morismas.
Los tejidos de otate, de carrizo y del zopilotote construyen hermosas
artesanías de gran valor artístico. Los artesanos de Suchitlán producen todo
tipo de canastas y cestos que han dado a la región fama internacional.
También motivo de orgullo son las pinturas históricas del muralista Jorge
Chávez Carrillo, artista colimeño dedicado a contar la historia mexicana a
través de la expresión plástica. Otros pintores importantes son Gabriel
Portillo y Francisco Vázquez
Distrito Federal
Ciudad de México, la capital política, histórica y cultural del país, fue
fundada en 1325 por el pueblo Mexica y desde entonces ha sido punto de
convergencia de diversas culturas.
Cultura de Distrito Federal
Los millones de capitalinos, para ser más exactos 8.7 millones, que viven
actualmente en el Distrito Federal son en su mayoría descendientes de
mexicanos de la provincia, de españoles, franceses, italianos, chinos,
estadounidenses, libaneses y otros extranjeros que huyendo de crisis en sus
países llegaron a la gran ciudad de Mexico, la cual es hoy una de las
ciudades más cosmopolitas del mundo.
Es así que la cultura “chilanga” contemporánea, como despectivamente se les
llama en el resto de México, es resultado de una gran fusión cultural en
donde todos tienen cabida. Así, las expresiones religiosas por ejemplo,
tienen cada una su espacio propio para expresarse, ya sea una sinagoga o un
majid islámico. En cuanto a la religión que moldeó la cultura mexicana, el
Catolicismo, el culto de los capitalinos por la Virgen de Guadalupe es uno de
los rasgos más fuertes de su identidad, la Guadalupana es madre interventora
de los mexiquenses ante Dios Padre y al mismo tiempo es morena y humilde como
nuestros antepasados indígenas. Por lo que en su recorrido por la ciudad
encontrará profusas muestras del fervor religioso de en forma de vendedores
de artículos religiosos, imágenes de las vírgen en taxis, automóviles y
camisetas; y multitudes que visitan cada día el templo de la señora de los
mexicanos, la Basílica de Guadalupe.
Con una densidad de 5,800 habitantes por kilómetro cuadrado, la capital
mexicana ocupa el primerísimo lugar en este rubro, lo que significa para los
capitalinos una lucha constante por todo, es decir, la sobrepoblación que
experimenta la ciudad ha dado forma al carácter chilango en cuanto a que aquí
al que se descuida le ganan el trabajo, el proyecto, la oportunidad y cualquier
otra cosa que alguien más habilidoso y despierto le pudo arrebatar, por lo
que su actitud en el empleo y en general en la vida, es muy distinta del
mexicano provinciano que no tiene que cuidarse la espalda constantemente para
sobrevivir.
En cuanto a la oferta gastronómica que encontrará aquí, está de más
prevenirle que no sabrá por dónde comenzar, ya que es tan vasta la variedad
de cocinas y estilos que muy fácil confundirse. Sin embargo, le recomendamos
comenzar por lo más simple, la tradicional cocina capitalina que consiste en
desayuno de tacos “de canasta”, preparados a base de ricos guisos caseros; a
mediodía una buena torta de embutidos o rica barbacoa de cordero, pero deje
espacio para merendar un sabroso pan dulce, ya que las panaderías mexiquenses
se distinguen por su buen pan, como los volcanes, conchas, churros y donas;
terminando el día con unos sabrosos tacos de suadero o quesadillas de flor de
calabaza y huitlacoche.
Un lado de la cultura capitalina que más sorprende al visitante es la cultura
vial. Las grandes avenidas y ejes viales de la ciudad parecen estar siempre
sobrepasadas en capacidad y como respuesta los automovilistas han
desarrollado la habilidad de manejar siempre a la defensiva e intentando
siempre ganar un poco de ventaja al reloj, ya que saben les espera dos o
hasta tres horas de camino a casa. Por lo que le recomendamos armarse de
paciencia, y si usted es el que maneja, no olvide cargar consigo un mapa vial
de la ciudad, ya que muy pronto descubrirá que la ciudad está planeada en
anillos en donde puede encontrarse dando la vuelta una y otra vez.
El calendario festivo en la ciudad de México es muy similar al del resto del
país, aquí se festejan con grandes celebraciones la Semana Santa, en marzo o
abril según el calendario litúrgico católico; las Fiestas Patrias, 15 de
Septiembre; el Día de Muertos, 2 de noviembre; y las tradicionales posadas y
peregrinaciones católicas con motivo del nacimiento del niño Jesús cada mes
de diciembre.
Particularmente destaca la celebración de Semana Santa en la delegación de
Iztalapa al oriente de la capital, en donde el ritual de la Pasión de Cristo
es internacionalmente famoso.
Durango
Este glorioso estado ha tenido una gran participación en la historia de
este país, incluyendo el ser la cuna del primer presidente de México, Guadalupe
Victoria y del glorioso ícono de la Revolución Mexicana, Pancho
Villa
Cultura de Durango
Al igual que sucede con el resto de la cultura mexicana, la cocina
duranguense es fruto del mestizaje. El más antiguo y famoso plato de su
gastronomía es el Caldillo Durangueño, preparado a base de carne de res,
tomate, cebolla y chile verde y condimentado con sal y comino. Su éxito se
debe a que los vastos pastizales del territorio promovieron la ganadería de
reses y estas se convirtieron en el alimento más barato y abundante.
Algunos platillos españoles que aún se conservan como parte de la cocina en
el estado son la paella a la valenciana, callos a la madrileña y fabada de
Asturias.
La artesanía como expresión no sólo artística sino también utilitaria se
expresa en forma de cestería, el arte de tejer fibras de ixtle, sotol, tule y
varas de mimbre, sauce y álamo, para elaborar cestas, bolsas, petates, y
otros. La fabricación manual de artículos de cuero y la alfarería se
encuentran en los municipios de Durango, Poanas y Villa Unión.
Además, los grupos indígenas de la zona, particularmente tepehuanos,
huicholes y tarahumaras, elaboran artículos de consumo interno y como único
medio de subsistencia en algunos casos. Los primeros elaboran arcos y flechas
y cobijas de lana; los huicholes ofrecen al visitante bonitas bolsas y
accesorios de chaquira multicolor.
Un grupo indígena que llama la atención particularmente es el de los
mexicaneros, cuyo origen se desconoce y que habitan en las barrancas del
suroeste de la Sierra Madre Occidental duranguense. Debido a la ubicación de
sus asentamientos, alejada de carreteras y caminos transitados por el hombre
moderno, su cultura mantiene fuerte influencia de la cosmovisión
mesoamericana. Así, su actividad de subsistencia es la agricultura donde
siembran principalmente maíz y calabaza. Y sus manifestaciones culturales
giran alrededor de calendario agrícola, en donde los llamados “mitotes”
agradecen la cosecha, piden lluvia y bendicen frutos. Estas celebraciones
duran 5 días de cada una de las 5 temporadas de cultivo al año. El carácter
ceremonial es llevado por un “mayor” cuya preparación de 5 años hace posible
que desempeñe el papel de director del mitote. Chicos y grandes participan
con ofrendas y danzas en donde cada momento del día – salida del sol, cenit y
puesta del sol- son observados. Cabe añadir, que además festejan con igual
pasión la Semana Santa, la Candelaria, las fiestas de San Pedro y el Carnaval
mestizo.
En Hollywood, los escenarios duranguenses son reconocidos por su
participación en grandes filmes de western norteamericano. La primera
película filmada aquí fue en 1954, titulada “White Feather” (“La Ley del
Bravo”) producida por la 20th Century Fox. Años después, la fiebre por filmar
en estas cálidas tierras se desató y las calles de Durango se volvieron hogar
de grandes estrellas del cine internacional como Charlton Heston, Nick Nolte,
Autrey Hepburn, Anthony Quinn, Charles Bronson, Shelley Winters, Rock Hudson,
John Wayne, Burt Lancaster, Bob Dylan y Richard Gere, entre muchos otros.
Estado de México
Incontables atracciones turísticas posicionan a este bello estado como el
quinto destino turístico de México. Sitios arqueológicos, balnearios,
mercados populares de bellas artesanías y locaciones ideales para realizar
actividades ecoturísticas y deportes extremos conforman el gran abanico de
opciones que le ofrece el estado mexiquense.
Cultura de Estado de México
En el Estado de México aún habitan descendientes directos y hablantes de
la lengua nativa de algunas de las tribus que habitaban la zona a la llegada
de los conquistadores españoles en el siglo XVI. Mazahuas, Matlatzincas, Nahuas,
Otomíes y Tlahuincas habitan las localidades de Teotenango, Valle de Bravo, San Felipe del Progreso, El Oro,
Jocotitlán, Villa de Allende, Atlatcomulco, Almololya de Juárez, Texcoco,
Tenango del Valle, Amecameca, Toluca, Metepec y Ocuilan, principalmente.
Gracias a este mosaico de culturas vivas, en el Estado de México se mantienen
vivas muchas costumbres y tradiciones de nuestros pueblos ancestrales,
como son la celebración de antiguas fiestas religiosas paganas o las
resultantes de la mezcla de estas con las enseñanzas impuestas por los
misioneros católicos, el más claro ejemplo está en la Celebración del Día
de Muertos, en donde la antigua percepción indígena del suceso era el de
un estado consecuente y festivo en la vida de cada individuo y cada familia,
razón por la cual se organiza una gran fiesta para velar a los que ya están
en la siguiente etapa. También se celebran con importancia en el estado, la
Semana Santa y la Hermandad de los Crucíferos.
La gran extensión y diversidad que alberga el Estado de México hace imposible
que hablemos de una gastronomía generalizada para toda la entidad, a
excepción claro está del uso preponderante del maíz en la dieta de todos los
mexicanos del país, ya que tendríamos que obviar las características muy
peculiares de cada comunidad como es el caso de Aculco, cuyos productos
lácteos y en particular sus quesos, son gran motivo de orgullo local y
reconocimiento regional. Naucalpan de Juárez es un pueblo “añejo” y por lo
tanto es muy celoso en la protección de antiguas recetas culinarias como los
platillos preparados a base de carne de venado, conejo, gusanos de maguey,
armadillos y charales entre otros. Mientras que Toluca es famosa por su chorizo
toluqueño, cuyo ingrediente secreto es el chile jaral y vinagre; además de
los ricos tacos de plaza y guisos con un poco de carne de res o cerdo cuya
base es el resto de verduras y condimentos que le dan su peculiar y exquisito
sabor.
Guanajuato
Cultura de Guanajuato
El “lugar donde abundan las ranas”, ahora Guanajuato, debe su nombre a una
comunidad chichimeca que veneraba a las ranas, representadas en dos rocas con
forma natural de este animal situadas en el Cerro del Meco o del Chichimeca
localizado alrededor de la actual ciudad de Guanajuato.
La gastronomía guanajuatense se destaca por la variedad de sus platillos, ya
que cada región hace alarde de la autoría de diversos guisos. Por ejemplo en
Comonfort, destacan los nopalitos al pastor, el adobo seco, las fritangas de
pobre, la sopa de rabo y el colonche, bebida de tuna fermentada. En Salamanca
es famosa la barbacoa de borrego o de chivo; en Celaya la cajeta y los dulces
de nuez destacan por su sabor y en Dolores Hidalgo sorprende la variedad de
sabores de sus afamadas nieves, entre ellos nieve de camarón, tequila, mole y
elote. También son famosas en el estado las pacholas guanajuatenses, el
fiambre estilo San Miguel de Allende, los tumbagones, los chiles palominos,
la gelatina de pavo y lengua, las rosáceas y las sopas de amor.
Sede de importantes eventos culturales en el país, en 1972 nace en la ciudad
de Guanajuato, el Festival Cervantino como un homenaje cultural en honor al
escritor Miguel de Cervantes; sin embargo, la popularidad que ganó este
festival trascendió fronteras y hoy el Festival Internacional Cervantino es
la muestra cultural más importante de Latinoamérica. En su programa actual se
realizan conciertos, obras de teatro, exposiciones, performances, venta de artesanías,
talleres literarios, entre muchas otras actividades culturales. El festival
se realiza en los meses de octubre y noviembre de cada año.
Otro gran evento cultural es la Bienal Diego Rivera, en honor al gran pintor
muralista guanajuatense. Diego Rivera fue fundador del Colegio Nacional y fue
un afamado pintor con exposiciones en Estados Unidos y Europa. Además, fue
esposo de la internacionalmente reconocida pintora mexicana Frida Kahlo.
La principal actividad artesanal del estado es la talabartería, zapatos,
bolsos, cintos y monederos de cuero de calidad internacional se ofrecen al
público en exposiciones alrededor del mundo. Asimismo, se ofrecen al
visitante hermosos objetos de alfarería producida en la Sierra Central, los
Altos y el Bajío del estado. Además de los objetos y muebles de madera del
municipio de Apaseo El Alto cuya técnica se transmite de generación en
generación y la cerámica de alta temperatura de Tarandacuao.
Otro aspecto destacado de la cultura guanajuatense son sus danzas, las cuales
se realizan con motivo de alguna fiesta patronal como el día de la Virgen del
Refugio, el día de la Virgen del Carmen, el día de la Virgen de los Remedios,
el día de la Inmaculada Concepción y el día de María Auxiliadora, entre
otros. Al igual que en otros estados, las danzas guanajuatenses reflejan el
modo de vida de la sociedad a lo largo de la historia, a veces con motivos de
orgullo, otras con el afán de hacer denuncia social y liberar frustraciones.
Las siguientes danzas folclóricas son aún realizadas por los bailarines
locales, danza de los Viejitos, de los Franceses, de los Moros, de los
Chichimecas, de los Sonajeros, del Plumero, de los Pames, de los Compadres y
de los Toreritos.
Guerrero
También conocida como la Perla del Pacífico, Acapulco fue el primer
gran resort turístico de nuestro país. Su protegida bahía alberga hoteles y
restaurantes de renombre internacional, además de grandes y modernos
edificios de condominios dispersos a lo largo de la popular avenida costera
Miguel Alemán.
Cultura de Guerrero
La riqueza cultural guerrerense es uno de los acervos más grandes del
país. Son de reconocimiento internacional sus delicadas artesanías de laca,
plata y oro, sus exquisitos bordados textiles y suculentos platillos con
influencia de distintas cuturas.
Con influencia indígena, española y francesa, la cocina en Guerrero es motivo
de celebración. La congregación francesa de la orden del “Verbo Encarnado”,
dejaron un legado culinario en la sociedad guerrerense del siglo XIX. Así, el
mole de jumil típico de Taxco, los pichones y codornices de Iguala, el pulpo
enamorado de Acapulco y los panques de arroz en Teloloapan son sólo una
pequeña muestra.
De procedencia hispana e indígena, se preparan hoy en día deliciosas memelas,
atole blanco, pozole verde, chilpancingueñas, marquesote chilapeño y semitas
mixtlecas.
Una de las artes más tradicionales de Guerrero es la alfarería, las manos de
los artesanos mezclan barro con pedazos de algodón para producir bellos
jarrones, cántaros, ollas y esculturas que al secarse serán hermosamente
decorados con pincel. La tradición indígena en la elaboración de estas piezas
le concede un gran valor artístico a la producción alfarera de los municipios
del valle central del estado como son Zacoalpan, Nuitzalapa, Atzacualoya,
Tixtla, Zumpango de Neri y Huitzuco.
La “Feria Nacional de Plata” es celebrada en Taxco, capital de la orfebrería
en plata en México. La orfebrería en oro se produce en Iguala, Ciudad
Altamirano, Coyuca de Catalán, Arcelia y Ometepec.
Las artesanías elaboradas con laca de madera de linaloe provienen de las
comunidades de Olinalá Temalcalcingo, Ocotepec y Acapetlahuaya. El particular
aroma de esta madera las distingue en mercados internacionales, en donde se
pueden encontrar las tradicionales cajitas, charolas, máscaras y joyeros
además de biombos y marcos.
También, los dibujos que decoran los objetos encontrados en el mercado
artesanal de Xalitla gozan de fama internacional. Los dibujantes guerrerenses
son contratados en México y el extranjero para pintar hermosos murales.
Las mujeres indígenas de las comunidades mixtecas, amuzgas y nahoas aún
visten de forma tradicional, hilando y tejiendo ellas mismas los intrincados
y coloridos patrones de cada pieza de su vestimenta. Manteles, servilletas,
rebozos y huipiles, de calidad internacional se tejen en los telares de las
comunidades indígenas de Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca, Yoloxóchilt y
Chilapa.
Una de las expresiones culturales más arraigadas en la sociedad guerrerense
es la danza. Los guerrerenses han danzado a lo largo de la historia del
estado, para festejar, para evangelizar, para hacer denuncia social o para
representar a la flora y fauna del lugar. Así, encontramos la Danza de los
Tlacoloteros o sembradores de maíz representada en el centro del estado; la
Danza de los Diablos, cuyo objetivo es enseñar sobre la diferencia entre el
bien y el mal; la Danza de los Manueles permite al pueblo descargar su rencor
ante la clase social alta del siglo XVIII; la Danza de los Tecuani que
describe las actividades de caza del tigre y que en náhuatl significa “algo
que come”. Otras danzas de la región son las danzas de los Tejoneros, de los
Maizeros, de los Pescadores, de los Zopilotes, de los Moros y de los Machos.
Y de la mano de esta forma de arte está la música. Grandes y numerosos
compositores y cantautores guerrerenses destacan en el repertorio musical
mexicano. Entre los más famosos están Margarito Damián Vargas, Antonio I.
Delgado, Juan Bartola Tavira, Vidal Ramírez, Aurelio F. Galindo, el primer
trío mexicano “Los Cancioneros del Sur” al mando de Mingo Sánchez, y los
cantautores Cristal, Oscar Athié y Joan Sebastián. Además de grupos de música
tropical y popular, los Yonics, Grupo Caribe y Acapulco Tropical.
Hidalgo
PACHUCA “La Bella Airosa” es una ciudad de color, tradición y hermosos
paisajes. Capital del estado desde su fundación, Pachuca tiene historia,
naturaleza y folclor mexicano para todas las edades.
Cultura de Hidalgo
Hidalgo es uno de los estados de la República Mexicana que conserva más
vivas las tradiciones de nuestros ancestros indígenas, como resultado, la
riqueza cultural que exhibe en cada aspecto de la vida de su comunidad es
símbolo de orgullo nacional.
Así, experimentar la cocina hidalguense puede ser una de las experiencias
culinarias más inolvidables para cualquier paladar, ya que además de la
diversidad de platillos típicos, destaca por contar con platillos tan
exóticos como exquisitos. Prueba de esto son los platillos de origen
prehispánico que aún adornan las mesas hidalgueñas, como los mixtotes,
envueltos de carne enchilada sobre la piel del maguey; los chinicuiles, o
gusanos rojos del maguey; los gusanos blancos en tacos o fritos con
mantequilla; los escamoles al ajillo o huevecillos de hormiga roja; y el
zacahuil, tamal gigante de cerdo o carne de pavo envuelto en hoja de plátano.
Algunos otros platillos tradicionales son las empanaditas de harina y papa
llamadas pastes, la carne de barbacoa, y los dulces típicos de leche, de
piloncillo con nuez, de fruta cristalizada, de tuna, de muégano o de piñones.
Y así como la variedad de ingredientes es sorprendente, también se utilizan
diversas formas de preparación, como los antiguos hornos de tierra, con los
que se cocinan las ardillas enchiladas, la barbacoa de cordero y el mole de
conejo.
La oferta artesanal del estado es también de una variedad sorprendente;
algunas de las comunidades que se distinguen por la calidad de sus productos
son Nith, con sus hermosas artesanías de madera con incrustaciones de concha
de abulón; en Cruz Blanca abundan los objetos de carrizo; mientras que en el
Valle del Mezquital el ixtle, la lana y la madera son la base para elaborar
finas creaciones artesanales.
Los numerosos poblados rurales que se ubican en el camino hacia las grandes
ciudades aún practican algunas de las celebraciones indígenas prehispánicas
de la región. Como ejemplo, el pueblo de Tecolitla realiza la Moxoleua o
“destape de los disfrazados” cada mes de diciembre. Esta gran fiesta consiste
en el destape de los disfrazados para liberarse del mal que el “choto” o
diablo les conminó durante las celebraciones del día de todos los santos en
el anterior mes de noviembre; así, los danzantes se descubren sus rostros
para simbolizar la libertad de todo mal al ritmo de pegajosos sones y a la
luz de los encendidos ánimos de los espectadores que llevan todo el día
comiendo y bebiendo para festejar tal acto de purificación.
Con motivo de la aproximación de la Cuaresma, tiempo de penitencia y
reflexión, cientos de comunidades mexicanas celebran los carnavales. La
población hidalguense de Calnali es una de ellas, ya que cada año, tres días
antes de los días santos católicos, las calles se llenan de música, danza y
folclor para celebrar los concursos de disfraces y bailar al compás del son
de los Matlachines, del Viejito, del Comanche o del Chango.
Jalisco
Localizado en la segunda bahía más grande de América, la Bahía de
Banderas, la ciudad y playas de Puerto Vallarta son destino de millones
de turistas al año
Cultura de Jalisco
Cuando un mexicano quiere llorar por el amor mal pagado de una mujer,
cuando lejos de su hogar evoca con nostalgia su tierra, cuando lleno de
alegría quiere festejar su buena fortuna, recurre siempre al son del mariachi
y a una botella de tequila… Esto lo sabemos no sólo los mexicanos sino
también los extranjeros, pues se trata de la imagen más conocida que se tiene
de nuestra gente, lo que no siempre se sabe es que tanto el mariachi como el
tequila son productos de origen jalisciense.
Aunque no se tiene un registro preciso del origen del mariachi, se sabe que
en 1848 ya se quejaban los curas de los pueblos jaliscienses sobre el ruido
que causaban estos grupos musicales. De origen humilde, se cree que nombre
proviene de origen indígena, específicamente de la lengua nahúatl cocul. Los
mariachis más famosos provienen de Cocula, Tecatitlán y de la Sierra del
Tigre. En 1906 se graban los primeros discos con música de mariachi al mando
del jalisciense Justo Villa.
Sin embargo, el conjunto musical del mariachi ha pulido su imagen con el paso
del tiempo y la llegada de la fama, primero, el gran actor mexicano Pedro
Infante popularizó el uso de dos trompetas en el conjunto, ya que hasta
entonces no se utilizaba instrumento de viento alguno. Después, con la aparición
de grandes cantantes de la música vernácula como Jorge Negrete y Lola
Beltrán, se transformó el tradicional atuendo campesino de los mariachis por
el de elegantes trajes que recuerdan al del los antiguos hacendados con
relucientes botas, botonaduras y alamanes. Además, la famosa agrupación
jalisciense el Mariachi Vargas de Tecatitlán, al mando de Silvestre Vargas,
introdujo un importante cambio en cuanto a que los músicos aprendieron a leer
música y a producir un sonido más refinado, ya que anteriormente los
mariachis ejecutaban las canciones “de oído”, es decir eran músicos líricos.
“Más mexicano que el tequila”, con esta expresión afirman los mexicanos el
noble origen de esta famosa bebida alcohólica. Elaborada entre las
comunidades prehispánicas, a la llegada de los españoles era utilizada como
bebida ritual y se conocía con el nombre de “aguamiel”. La denominación de
origen del tequila le corresponde a los valles cálidos y semicálidos de
Jalisco, lugar donde se encuentra la planta Agave Azul, pues es ésta la
variedad de agave con la cual se produce el más fino y popular tequila.
Actualmente, las comunidades productoras de esta bebida son principalmente
los municipios de Tequila, Amatitán, Arenal y Atotonilco. El tequila reposado
se obtiene de dos destilaciones del líquido obtenido de la molienda del
“mezcal” o corazón del agave; el tequila blanco, ideal para preparar bebidas
mezcladas o de cóctel es obtenido por destilación simple
Michoacán
Cultura de Michoacán
Uno de los más grandes placeres de los michoacanos se disfruta a la hora
de la comida, y es que la gastronomía michoacana es una de las más diversas y
exquisitas del país. La sopa tarasca, la sopa purépecha, la sopa de chocolate
al metate, el atole negro o de grano, el pescado blanco de Pátzcuaro y las
corundas de maíz, son algunos de los más tradicionales platillos michoacanos
de origen de prehispánico. Los huevos al estilo Virrey de Mendoza, la crema
fría de aguacate, y los chongos zamoranos acompañados de rompope pueden ser degustados
en cualquier establecimiento que se jacte de ser michoacano. Otros platillos
típicos incluyen las enchiladas morelianas, las corundas michoacanas o
tamales envueltos en hoja de maíz; el miguichi, el lomo de res en pepitoria,
el caldo de charal estilo Pátzcuaro, la sopa huitzimangan, la col en nogada,
el chupiro o mole de olla hecho a base de carne de res, chile ancho y
verduras, y lo s uchepos, o tamales de maíz tierno. Entre las bebidas
favoritas de los adultos están el aguardiente de caña de azúcar, la charanda,
rompope, atole blanco, guacamaya y el licor de membrillo. Sus famosos postres
incluyen además de los chongos zamoranos antes mencionados, la capirotada, el
ate de membrillo, el helado de pasta de Pátzcuaro y los pasteles de plátano y
macadamia; sin olvidarnos de las “aguacatas”, grandes empanadas rellenas de
calabaza en dulce.
Como curiosidad, podemos mencionar que en Torécuato se inventó la Feria del
Atole, en donde puede mostrarse una exhibición de la gran cantidad de sabores
que puede tomar la prehispánica bebida.
En Michoacán de Ocampo, esta fértil producción creativa no se limita a la
cocina, ya que los artesanos del estado también se destacan por su prolija
producción artística. Así, el Palacio de los Artesanos, o Casa de las Artesanías,
es creado en base a la necesidad de promoción y difusión que la rica
tradición artesanal michoacana exhibe. Y es que con la llegada de la
modernidad, los artesanos michoacanos han perfeccionado y aumentado su
producción artística, lo que le confiere una peculiaridad única en el país.
Algunas de las artesanías más populares son, los sillones de madera y cuero
de Apatzingán, la loza cambia de Maravatio, las sillas de madera de pino de
San Miguel Curahuango, las cestas de mimbre y sombreros de raicilla de
Utipitio, los coloridos gabanes tejidos de San Nicolás y destacadamente la
antigua tradición alfarera de Coalcoman.
Morelos
CUERNAVACA Antiguo asentamiento tlahuica, hoy Cuernavaca es la capital y
una de las ciudades más importantes del estado de Morelos.
Cultura de Morelos
Al igual que en otras entidades mexicanas de gran tradición, en Morelos se
celebran las fiestas del Carnaval durante los días previos a la celebración
de los días santos católicos. En Tepoztlán por ejemplo, se lleva a cabo uno
de los carnavales más populares del estado, donde chicos y grande se
divierten observando las competencias de comparsas musicales para después
disfrazarse con largas túnicas, máscaras y amplios sombreros para danzar al
contagioso ritmo del “brinco del Chinelo”, y es que los chinelos son
danzantes que se distinguen por su gran habilidad y resistencia para saltar y
hacer brincos complicados en su recorrido por el pueblo. Como en cualquier
fiesta folclórica, la comida y la bebida típicas de la región no pueden
faltar, así como el mercado de artesanías morelenses.
El simbolismo indígena mezcla de la nueva fe cristiana es celebrada durante
las celebración del Reto del Tepozteco. El 8 de septiembre de cada año, en
Tepoztlán, Morelia, la comunidad sale en procesión rumbo a la pirámide del
Tepozteco para depositar ofrendas y alimentos en honor de la conversión del
rey Tepoztécatl a la nueva religión católica.
La tradición y fe del pueblo morelense es palpable también a través de las
fiestas del Día de Muertos. En Ocotepec, las familias montan los altares en
sus casas para recordar a sus muertos y especialmente realizar las Ofrendas
Nuevas a aquellos que murieron en el último año. En el cementerio, las tumbas
son profusamente adornadas con coloridas flores de cempasúchil formando
cruces, flores u otro objeto decorativo.
La mejor carne de cecina del país se guisa en la cocina morelense de
Yecapixtla, la cual puede servirse acompañada de uno ricos frijoles
“acoyotes” y de postre nieve de Cuernavaca o Tepoztlán en su infinidad de
originales sabores, como son la nieve de aguacate, de rompope, arroz con
leche o elote, además de los tradicionales sabores de frutas o chocolate,
cajeta o vainilla. Pero tal vez una de las mejores partes de la cocina de
Morelos sean sus mercados llenos de color, aromas y variedad de productos,
flores y guisos preparados ahí mismo
Nayarit
Cultura de Nayarit
Habitantes de las montañas desde hace más de dos mil años, los indios
coras y huicholes han mantenido a lo largo de la historia de Nayarit su
libertad creativa y sus especializadas habilidades artesanales. En México,
las mujeres huicholes son conocidas como las mejores tejedoras del país, con
impresionante habilidad artística y destreza manual, estar mujeres tejen
prendas de vestir y accesorios a base de lana, para después decorarlos con
bellos grabados en chaquira.
La religión huichol rige la vida de cada miembro y eso se refleja en cada
aspecto de su vida diaria, como por ejemplo con el bordado del Ojo de Dios,
el cual se ofrece en el templo con cada año de vida que cumple el hijo recién
nacido hasta que cumple cinco años y entonces el Ojo se avienta al mar para
dar gracias por haber sobrevivido a los primeros años de vida. De ahí en
adelante, el niño ya puede llevar sus ofrendas al dios sol, luna o estrella
de la mañana por él mismo.
Para los huicholes, la planta alucinógena del peyote es la representación del
dios de la inteligencia. Las Plumas de las aves, como la pluma del gavilán o
del águila, son el medio para comunicarse con los dioses. La flecha
ceremonial, cubierta totalmente de hilo es el instrumento más importante del
chamán o hechicero de la tribu, pues por medio de ella puede ver el futuro,
descubrir lo oculto y destruir hechizos.
Proveniente de la redonda isla del Mexcaltitán, el pescado sarandeado es el
platillo más representativo de Nayarit. Y es que la cocina nayarita, con su
larga costa, se distingue por la adaptación de elementos marinos a los
típicos platillos mexicanos, como por ejemplo: las enchiladas, las
chimichangas y los sopes de ostión y los tamales de camarón. La alta cocina
precolombina aún encuentra lugar en los comensales nayaritas, y es que no es
fácil encontrar quién pueda preparar el delicado pero exquisito
“tlaxtihuille” o caldillo de atole de maíz y polvo de camarón. Otros
platillos típicos son el pollo al estilo Ixtlán del Río, el pipian de pepitas
de calabaza, los frijoles puercos, las tostadas de chanfaina o vísceras de
puerco, ceviche de pescado o de camarón, camarones rancheros y pescado
tatemado, entre muchos otros. Además de los postres que reflejan la abundante
variedad de dulces frutas como las cocadas, el plátano pancle, los coyules,
la caña de azúcar asada, el pan de plátano, las aqualamas, los jocuixtles, y
el arrayán cubierto de azúcar secada al sol. Por último, las bebidas
tradicionales no pueden faltar en ninguna mesa ni celebración nayarita, como
el tejuino, bebida de maíz fermentado; el licor o el agua fresca de nanche,
según la ocasión; agua de cebada, fresca bebida del cereal del mismo nombre,
y el tepache de piña.
Nuevo León
MONTERREY “Ciudad de los negocios”, esta capital ofrece la infraestructura
necesaria para el desarrollo de eventos, exposiciones y convenciones de
índole empresarial, cultural o de esparcimiento.
Cultura de Nuevo León
“¡Arriba el norte, sí señor!” grita un orgulloso regiomontano mientras
observa algún partido de fútbol y degusta un sabroso cabrito al pastor.
Así son los regiomontanos, de hablar brusco pero honesto y ante todo muy
trabajadores y responsables. Famosos por su dedicación al trabajo arduo y por
su conservadora moral, gustan de disfrutar los fines de semana en familia y
con una buena comida.
La “carne seca” de origen indígena y el “machito” de origen español, conviven
en la mesa con deliciosos platillos mestizos como el cabrito al pastor, los
frijoles borrachos, el asado de puerco, las agujas y el corte de res único de
la región, la arrachera. El origen ganadero de la zona le confiere una dieta
muy alta, sino es que exclusiva, en carnes. La carne asada con salchicha,
carne de res, pollo, quesadillas, guacamole y cerveza es el mejor pretexto
para reunir a la familia y a los amigos en una ocasión de estrecha
convivencia.
En la cocina regiomontana también encontramos carne zaraza de Montemorelos,
papitas de Galeana, las dulces glorias de Linares, y el pan de Bustamante,
cada uno originario del municipio del mismo nombre.
Las expresiones culturales en forma de danza y música, las comparte en su
mayoría con las del resto del norte del país. Las danzas traídas de Europa
como la polca, el shotis y redova; además del huapango o jarabeado
nuevoleonés, originario de las comunidades de la Huasteca.
A pesar de que el folclor regional no es muy vasto ni está muy arraigado
entre los neoloneses, actualmente la capital del estado se distingue por la
cada vez más amplia oferta cultural que exhibe. Foros como el Teatro de la
Ciudad, escenario de numerosas obras de teatro, conciertos y de la gala que
cada temporada presenta la compañía del Ballet de Monterrey; MARCO, el Museo
de Arte Contemporáneo, cuya exhibición permanente de obras latinoamericanas
es la más grande del continente; el Parque Fundidora, antiguo recinto acerero
hoy se ha convertido en un complejo cultural y de negocios representativo de
la ciudad de Monterrey al contar con ciclopistas abiertas al público, una
pinacoteca, el centro de las artes, el Horno Trex Museo del Acero, una pista
de patinaje sobre hielo, la Cineteca de Nuevo León, sede de festivales
locales, nacionales e internacionales de cine de cámara alternativa o de arte
como también se le conoce, la Arena Monterrey donde se realizan conciertos y
otros espectáculos, además del Auditorio Coca-Cola, y el gran Centro de
Convenciones de CINTERMEX; entre muchos otros
Oaxaca
Oaxaca ha sido por mucho tiempo uno de los destinos mas especiales del
país. Mucha historia, cultura y tradición ronda por los aires Oaxaqueños.
Cultura de Oaxaca
Prolífica cuna de la cultura y el arte mexicanos, Oaxaca es un paraíso en
donde las formas, los colores y los aromas del México prehispánico se funden
con la modernidad en cada aspecto de la vida cotidiana. Los bellos cántaros
de barro negro, los textiles multicolor que salen de sus telares y los
exóticos alebrijes que se conciben en la mente de su creador son sólo algunos
ejemplos de la gran variedad de artesanías de calidad que en sus tierras se
elaboran. La mágica concepción del mundo de nuestros antepasados y el
catolicismo misionero del siglo XVI dan origen en Oaxaca a uno de los más
aclamados espectáculos folclóricos de México y del mundo, la Guelaguetza, en
donde los trajes típicos indígenas y las milenarias danzas folclóricas
reproducen las costumbres, tradiciones y cosmogonía de los pueblos mexicanos
de la región. Actualmente uno de los estados más fervientes de la religión
católica, en Oaxaca se celebra con particular algarabía a numerosos santos y
concepciones de la virgen María. Entre ellos destacan las fiestas de la
milagrosa Virgen de Juquila, la morena Virgen de Guadalupe, la Virgen de la
Soledad, el Santo Cristo de Tlacolula y Semana Santa, entre muchas otras.
La gastronomía oaxaqueña es famosa internacionalmente debido a la complejidad
de muchos de sus platillos y a la selección de ingredientes que participan en
la elaboración de moles, memelas, tamales y chapulines. Y es que los moles
por ejemplo, varían en la variedad de chiles utilizados para su elaboración,
además de una veintena de ingredientes que hacen de este, uno de los manjares
más exquisitos de la gastronomía de México. Además, exóticos ingredientes se
transforman en mestizos platillos que adornan las mejores cocinas de los
restaurantes gourmet mexicanos como son los pequeños chapulines colorados y
hormigas. No olvidemos también los famosos tamales oaxaqueños envueltos en
hoja de plátano, las originales entomatadas y el fríjol negro de Oaxaca. Sin
olvidarnos de la tradicional bebida oaxaqueña, el mezcal, “bebida de los
dioses”. Actualmente ya con denominación de origen, esta bebida también la
puede saborear con el toque característico que le da el gusanito frito que se
encuentra en la raíz del maguey y en forma de crema de mezcal de piña, de
coco, de nanche, de almendra o de café, entre muchos otros sabores.
La fértil tierra oaxaqueña es madre de grandes artistas y personajes de
nuestra historia entre ellos Rufino Tamayo, afamado pintor y muralista del
arte mexicano, reconocido internacionalmente como uno de los más grandes
artistas de nuestro país; Alfredo Canseco Feraud, pintor del folclor de su
tierra; Luis Zárate y Rodolfo Nieto, pintores. Además de ser cuna de dos de
los más importantes dirigentes de México y ejes determinantes de la historia
nacional, Don Benito Juárez, llamado el “Benemérito de las Américas” y el
General Porfirio Díaz.
Puebla
PUEBLA DE ZARAGOZA El centro histórico de esta bella ciudad colonial fue
declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
Considerada como segunda capital de la Nueva España, Puebla experimentó un
gran boom de construcciones coloniales a partir del siglo XVI. Con
características arquitectónicas únicas, los edificios históricos que
conforman el centro de la capital poblana destacan por la utilización de cantera,
ladrillo y azulejo en sus fachadas
Cultura de Puebla
Cuenta la leyenda que una bella princesa traída a México como esclava y
proveniente de la India Oriental, fue la creadora del traje de China Poblana.
Según se dice, sus extrañas y coloridas ropas indias las mezclaba con ropas
indígenas mesoamericanas y europeas españolas, y que de ahí nació el famoso
traje mexicano…
Al igual que ésta, numerosas leyendas intentan explicar el origen de muchas
de las tradiciones poblanas, las cuales son hoy símbolo de la identidad
nacional. Y a pesar del gran debate sobre el origen del traje de la China
Poblana, lo cierto es que es un bello atuendo que resalta los rasgos de la
mujer mestiza mexicana.
De la misma manera, la cocina de casa hogar en Puebla, se enorgullece de ser
creador de los famosísimos chiles en nogada, los cuales se crearon para
recibir al victorioso ejército trigarante al mando de Agustín de Iturbide al
culminar la Independencia Mexicana. Así, cada 28 de Agosto, en celebración de
la entrada del héroe insurgente, se elabora este exquisito y representativo
platillo tricolor.
Otros platillos típicos de la gastronomía poblana son las chalupas, las
cemitas o panes con ajonjolí, y el internacionalmente reconocido, mole
poblano. Tradicionalmente, las monjas de los conventos poblanos eran muy
buenas cocineras, y a las cocineras del convento de Santa Rosa se les
atribuye la creación de este suculento guiso. Y es que el misterio sobre su
elaboración, la cual se lleva a cabo utlizando más de una docena de
ingredientes tan diversos como el chocolate, el chile pasilla, frutas secas,
cacahuate y semillas permite disfrutar aún más este legado mestizo.
Si dividimos la cocina poblana en zonas, por grupos de influencia cultural
tenemos que en la sierra nororiental los platillos típicos más destacados son
los hongos azules con salsa de tomate, las lentejas con puerco, el tamal de
conejo y el popular mixtote de conejo. Mientras que en la sierra del norte,
las cocinas huelen a chiles huachinangos curtidos, pan de queso, pollo
encacahuatado, cecina de la sierra del norte y café. Algunos de los platillos
de origen mixteco poblano son el chileatole verde, los ayocotes adobados, el
mole de caderas y el zapote negro. Por último, la zona del centro del estado
nos ofrece huazontles al vapor, truchas al epazote, sopa de chile poblano,
sopa a la reina, memelas, chiles en nogada, dulce de pitahaya y rompope. Y no
olvidemos los deliciosos dulces poblanos herencia de las monjitas de los
conventos de Santa Clara y Santa Rosa, tales como los dulces de camote, las
marinas de nuez, los borrachitos, las frutas cristalizadas, las duquesas, los
caracoles, los macarrones, el jamoncillo, los caballitos de panela y los
molletes, entre muchos otros.
Desde mediados del siglo XVI en Puebla se elaboran los objetos en Talavera.
Este arte, traído a México por los misioneros dominicos, cobró adeptos
rápidamente y desde entonces es símbolo de la artesanía poblana. Su actual
importancia la coloca en la forma de arte más importante de todo el país.
Actualmente, la Talavera poblana se produce en casas de artesanos cuyo logo y
procedencia debe estar inscrito en cada pieza producida para su
autentificación.
Otra artesanías de importancia en el estado son las deidades elaboradas en
papel amate, cuyo significado mágico del bien o el mal es representado según
el color del papel; la plata de Amozoc, cuya elaboración más famosa es la de
las espuelas de plata con incrustaciones de concha nácar, marfil o hueso; los
objetos de ónix o alabastro producidos en la apacible villa de Tecali también
son de gran valor artesanal, así como las delicadas esferas elaboradas por
los artesanos de Chignahuapan.
La riqueza histórica y cultural de Puebla también se ve reflejada en sus
fiestas. Al igual que en otras comunidades mexicanas, la celebración del
carnaval unos días antes de los días santos católicos, tiene grandes
exponentes como es el caso de la comunidad de Huejotzingo, cuyo carnaval se
destaca por la calidad y colorido de los disfraces que se utilizan. Por otro lado,
la ejecución del Huey Atlixcáyotl es celebración viva de la permanencia de
las culturas indígenas en la zona de Atlixco. Este ritual, realizado cada
último domingo de septiembre, consiste en la veneración al dios Qutzalcóatl
en agradecimiento por las cosechas obtenidas. La recreación de las costumbres
prehispánicas permite además mantener viva la tradición de nuestros pueblos
ancestrales.
La llegada del primer equinoccio del año cada 20-21 de marzo se festeja sobre
la pirámide Tlachihualtepetl. Localizada en Cholula, la pirámide ofrece el
espacio sobre el cual los seres ahí colocados se cargarán de energía positiva
cuando los rayos del dios sol caigan sobre el ecuador. Otras grandes fiestas
poblanas son la Feria del Café y de Huipil, Día de Muertos, Equinoccio en
Cantona Fiesta del Santo Entierro y las Ferias de las Flores.
Querétaro
Ubicada al norte del estado, la Sierra Gorda es la reserva natural más
importante de todo México. Su relevancia radica en la gran biodiversidad que alberga
las 384 mil hectáreas protegidas compartidas entre los estados de Querétaro,
Guanajuato y San Luis Potosí.
Cultura de Querétaro
La gastronomía queretana es muestra de la fusión de dos culturas, la
española y la indígena, para dar como resultado la cocina mestiza. Entre los
principales platillos típicos destacan las enchiladas queretanas, en nopal en
penca, el chivo tapeado y para acompañar, el atole de maíz de teja. Las
gorditas de maíz rellenas de migajas, los tamales de masa roja, el queso cocido
en piedras de hormiguero, y el peculiar dulce de chilacayote frito en manteca
de puerco, bañado en miel aromada con canela. En la Sierra, los “zacahuiles”
son tamales gigantescos que alimentan al menos a un par de docenas de
personas.
Mármol, ónix, ópalo y turquesa a manos de los diestro artesanos queretanos de
la capital y de San Juan del Río terminan transformados en delicadas piezas
decorativas y de joyería. En las comunidades de Ezequiel Montes y Vizarrón,
se elaboran artesanías en cantera; en Santiago de Mexquitittlán y San
Idelfonso, la herencia otomí se transmite en los bellos bordados textiles.
Otras artesanías queretanas son artículos elaboradas con vara de sauce, loza
y textiles.
El 12 de Septiembre se celebra la fiesta de la Santa Cruz de los Milagros, en
la que por 3 días se festeja con danzas locales de Querétaro y los estados
vecinos, comida típica, carnavales y otras expresiones culturales. En
Tequisquiapan, las fiestas de Santa María Magdalena, patrona de la localidad
se celebran la tercera semana de Julio. Destaca la participación de la danza
de los concheros y los juegos pirotécnicos. En Teques también se celebra la
Feria del Queso y el Vino, industrias de tradición en la localidad. Esta
feria es celebrada durante 10 días con fines turísticos. El Desfile de Carros
Bíblicos se realiza en la capital cada 24 de diciembre para conmemorar el
nacimiento de Jesucristo. Las fiestas patronales de cada comunidad son
festejadas con procesiones religiosas, abundante comida, música en vivo,
misa, danza y fuegos artificiales.
La Danza de los Concheros es de origen náhuatl y se lleva a cabo en todos los
estados mexicanos en donde aún sobreviva esta cultura. De origen espiritual,
nace del mito del sol, rey y creador de todas las cosas; siguiendo patrones
astronómicos de las posiciones de dioses y planetas, los danzantes dibujan
figuras geométricas. Después, la búsqueda del hombre por perfeccionarse es
representada en la forma de la Guerra Florida. Los instrumentos que se
utilizan son de origen prehispánico, el huehuetl, teponaztle, concha de
tortuga y la sonaja que los danzantes se atan a los tobillos.
Quintana Roo
Centro turístico por excelencia, Cancún fue desarrollado hace 30 años por
el gobierno estatal con objetivos turísticos. , Cancún ha superado cualquier
expectativa, y hoy en día es hogar de las cadenas hoteleras más importantes a
nivel internacional y la oferta de servicios para el turista es de la más
alta calidad. La cantidad de actividades que puede practicar son numerosas,
como bucear para poder admirar los coloridos arrecifes de coral que componen
el arrecife maya, el segundo más largo del mundo; practicar la pesca
deportiva, el snorkeling, wind ...
Cultura de Quintana Roo
Recordemos que Quintana Roo perteneció a Yucatán hasta principios del
siglo XIX y que no fue sino hasta 1935 que pudo mantener su independencia.
Así, este atractivo estado turístico comparte su historia y tradiciones con
la reconocida cultura yucateca.
Un claro ejemplo es la gastronomía, la cual está dominada por antojitos
yucatecos como papadzules, cochinita pibil, panuchos y salbutes; y las
exquisitas especies pipián y chirmole. Además de los suculentos platillos que
se pueden preparar a base de los frutos del mar Caribe que baña sus costas. Y
no olvidemos que los altos estándares de calidad que los servicios turísticos
de la zona ofrecen, incluyen restaurantes con menús de cocina internacional
de la más alta calidad.
Las fiestas y danzas tradicionales también provienen del vecino estado
peninsular, como los bailes de las jaranas, de las cintas y la danza de la
cabeza del cochino. Un baile tradicionalmente quintanarroense es el de los
chicleros, es decir, de los campesinos que se aventuraban adentro de la selva
para obtener el chicozapote con el cual se obtiene el chicle. Los festejos
del carnaval, herencia colonial, también se celebran durante las principales
fechas religiosas católicas.
El legado maya, es palpable durante las celebraciones religiosas de sus
antepasados en honor a los antiguos dioses que conforman su mitología, como
Chac, dios de la lluvia; o la Ceiba, árbol sagrado.
Las artesanías en la costa son elaboradas a base de materiales marítimos como
conchas y caracoles, las de coral negro, son las más apreciadas. En el resto
del territorio, algunas poblaciones mayas tejen sarapes y elaboran objetos de
madera y bejuco.
San Luis Potosí
Huasteca Potosina; (Foto: Nino
H) A sólo 24 km de esta ciudad podrá disfrutar de las estruendosas
Cascadas Micos, en donde puede pasear en lancha y practicar la pesca de
bagre, carpas y acamayas.
Cultura de San Luis Potosí
La cocina potosina se llena de dulces aromas con la preparación de sus
tradicionales enchiladas potosinas, molotes, rabo de mestiza, enchiladas en
cacahuate, flor de palma de cerdo, guiso borracho a base de pulque y fiambre
potosino. En la zona indígena de la Huasteca, la cecina y el zacahuil son los
platillos típicos, acompañados del colonche, bebida alcohólica potosina por
excelencia hecha a base de tuna. Los postres potosinos más representativos
son el queso de tuna, la gelatina de tuna, la cajeta de leche de cabra y los
panecitos de pulque.
La tradición católica está profundamente arraigada en la cultura de los
potosinos, por lo que el año calendario está lleno de celebraciones y
festejos religiosos que en cada comunidad del estado toman su propia
identidad. El 29 de septiembre de cada año se celebra la tradicional fiesta
de San Miguel Arcángel en la comunidad de Mezquitic de Carmona, en donde
además de las manifestaciones religiosas de rezos, cantos y procesiones, los
asistentes tienen la oportunidad de bailar al ritmo de la música de flauta y
admirar los fuegos pirotécnicos. Del 1 al 8 de diciembre se festeja en Venado
la fiesta religiosa de la Purísima Concepción, amenizada por la danza de los
Matlachines.
El Centro de la Gráfica Contemporánea, el Centro de Arte y nuevas
Tecnologías, el Centro Cultural de la Huasteca Potosina y el Centro Cultural
Mariano Jiménez, además del Centro de las Artes de SLP, se encargan de
preservar el acervo histórico de la sociedad potosina y promover la expresión
artística, a través de exposiciones plásticas, gráficas, concursos y
festivales abiertos al público en general. La relevancia cultural de la
entidad, particularmente de la ciudad de San Luis Potosí se refleja en la
celebración de numerosos eventos culturales durante todo el año, entre ellos
destacan, en marzo el Festival de Música Vernácula y el Festival del Son; de
abril a mayo, el Festival de San Luis, en mayo, el Festival Internacional de
Letras de San Luis; en septiembre, la Muestra Internacional de Folklore y
Artes Tradicionales, el Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila
López; en octubre el Encuentro Bianual de Decimistas y Versadotes de América
Latina y el Caribe; en noviembre, el Festival de Música Antigua y Barroca, y
en diciembre, se lleva a cabo la Muestra Anual del Folklor y el Festival de
Danzas Étnicas de la Huasteca Potosina.
Sinaloa
Uno de los municipios más industriosos y bellos de Sinaloa es Mazatlán.
Cultura de Sinaloa
Si bien es cierto que la llegada de los conquistadores españoles
transformó a la sociedad mexicana compuesta de numerosas etnias
prehispánicas, también es cierto que algunos elementos de estos, nuestros
antepasados originales aún subsisten entre nosotros. En Sinaloa, en el medio
rural se practica actualmente el juego de ulama, que consiste en una versión
del antiguo juego de pelota mesoamericano, en donde gran fuerza física y
destreza son requeridas para no salir lastimado. La danza de la Pascola y la
Danza del Venado (que comparte con los sonorenses) son también legado
indígena. Algunos vocablos, nombres de pueblos, ríos y palabras comunes son
de origen cahita en su mayoría. Y qué decir de la gastronomía, arte cuya
herencia indígena confiere a la cocina mexicana el más alto lugar entre las
cocinas del mundo.
En particular, la cocina sinaloense se distingue por sus guisos; los guisos
más populares son el de colacho, de calabacitas, de machaca, caldo zuzule, el
borrego tatemado y el chicharrón de camarón. Otro delicioso platillo es el de
taquitos de leche y queso en salsa de chile seco. Pero el platillo que más
popularidad le ha conferido es el chilorio, deliciosa carne deshebrada
finamente y marinada en una rica salsa condimentada. Además, antes de la veda
de la tortuga caguama, se preparaban deliciosas sopas y tacos de aleta que
hoy en día se sustituyen con la mantarraya para preservar la tradición de la
preparación de estos suculentos platillos.
Sonora
Cultura de Sonora
A pesar de la escasa población indígena que actualmente se conserva en el
estado, muchas de las tradiciones de los antepasados sonorenses se mantienen
vivas gracias a los descendientes de las tribus originales. Tal es el caso de
los guarijíos, quienes celebran dos grandes fiestas a lo largo del año, la
cava-pizca, en honor al ciclo agrícola terminado y por la buena fortuna del
que está por comenzar, y las tuguardas, las cuales significan el pago de los
pecados de los hombres y mujeres de la comunidad.
Los indios Pápago elaboran “coritas” o cestas de palmillo o torote a lo largo
del desierto sonorense y del vecino estado norteamericano de Arizona. Además,
durante el plenilunio de junio danzan toda la noche para pedir por las
lluvias en el ritual de la Vikita.
Al igual que la mayoría de las tribus mexicanas, los Pimas festejan en grande
sus fiestas religiosas. Durante la celebración del Yúmare por ejemplo, los
hombres toman máiz fermentado y los cantantes pascola y las mujeres danzan
por 4 noches alrededor del fuego para asegurar una buena cosecha del maíz.
Una de las danzas más representativas del estado, y orgullo de toda su gente,
es la Danza del Venado. Creada por la tribu yaqui que habita el sur del
estado, es llamada también danza Mazoyiwa. La grandiosidad de esta danza
proviene de su significado, el cual para los yaquis, es la representación del
ideal humano, ya que el danzante es un hombre elegido desde niño para tal
profesión y cuya preparación abarca desde la alimentación adecuada para
desarrollar un físico ágil y esbelto, hasta los movimientos físicos que
emulan los graciosos y delicados movimientos del venado. Así, la ejecución
perfecta del venado que lucha por su vida ante el disparo de una flecha
mortal resulta en un bello espectáculo realizado al ritmo de la bueja o
tambor de agua, el carrizo y los hirukiam o frotadores hechos de varas de
brasil.
Esto, representa la gran riqueza cultural que los Yaquis conservan gracias a
la valentía y al celo que les ha caracterizado durante la historia de Sonora.
Actualmente, 25 mil Yaquis guardan la lengua, tradiciones y cultura que les
pertenece; al mismo tiempo que siguen el calendario festivo católico.
Otra particular cultura indígena del estado es la comunidad Seri. Los Seris
se destacan por ser la única etnia mexicana que no fue evangelizada por los
misioneros católicos. Así, la celebración de sus ritos, mantiene la más pura
tradición prehispánica adornada de un fino maquillaje facial, cuyos colores
representan los símbolos de la muerte, la suerte y el mar.
Es importante mencionar que las culturas Kikapú y Cucapá, están casi extintas
en el territorio sonorense.
Otro aspecto clave de la identidad de cada estado mexicano es la gastronomía.
La cocina sonorense combina la gastronomía norteña mexicana con los
exquisitos ingredientes obtenidos de las aguas del Golfo de California y de
la creatividad de su gente. Visitar Sonora significa disfrutar de carne de
res de la mejor calidad en el país preparada en una rica carne asada
acompañada de chorizo sonorense, frijoles maneados, caldo de queso y
gigantescas tortillas de harina y agua. El desayuno tradicional de machaca
con huevo o en taquitos de harina sólo puede ser reemplazado por unos
tamalitos de chile colorado o de elote. Durante la época de la pascua católica,
la capirotada sonorense constituye un platillo obligatorio. En la costa, el
atún estofado como cahuama, los camarones entomatados y la botana de pescado
a la mostaza, deleitan hasta al paladar más exigente. Y de postre, las
famosas coyotas de Sonora y los buñuelos acompañados de un dulce champurro.
Tabasco
En Tabasco se encuentran vestigios de centros ceremoniales y cívicos de
diversas culturas prehispánicas que habitaron la región a lo largo de la
historia como La Venta, importante centro ceremonial de los olmecas durante
el periodo de mayor florecimiento de la cultura y cuyo arte revela la
estrecha relación que tenían con el jaguar; Comalcalco y Pomona, vestigios de
sitios mayas, contemporáneos con las ciudades mayas de Palenque y Yaxhilán;
Malpasito, legado de la tribu zoque que habitó el lugar en el periodo 250
d.C. – 400 d.C. y desde cuyo altar es posible admirar la grandiosidad del
sitio.
Cultura de Tabasco
La tradición de la cultura tabasqueña es la de comer 7 veces al día, y
cómo no si las cocinas están llenas de color, aromas y texturas exquisitas.
Entre los principales platillos típicos destacan aquellos elaborados con los
frutos del mar, como el pejelagarto, pez endémico del estado. Algunos de los
platillos más populares son, el pejelagarto asado, tamales de pejelagarto,
chirmole de pejelagarto y empanadas de pejelagarto. También elaborados con
exóticos ingredientes están el robalo a la tabasqueña, el langostino o pigua
al mojo de ajo, la torta de iguana y el pochitoque en verde.
La creatividad tabasqueña se refleja en su cocina desde la época
prehispánica, cuando se inventó el chocolate. También con la herencia de las
culturas indígenas Maya y Chontal, así como con el legado español, este
último reconocido en las butifarras, longanizas y quesos.
También como parte del folclor tabasqueño están las antiguas danzas del Pochó
y del Caballito. La más famosa de ellas es la Danza del Pochó realizada
durante la celebración del Carnaval justo antes de los días santos católicos.
En ella, los Cojoes representan el bien luchando contra el maligno dios
Pochó; sin embargo, durante el desarrollo de la batalla, los cojoes revelan
su lado travieso y “maloso” al mojar o aventar harina de manera sorpresiva a
los presentes. Esta celebración es originaria de Tenosique, Tabasco,
localizado en la frontera con el vecino país centroamericano de Guatemala.
La Danza de los Caballitos es la representación de la pelea que los indígenas
sostuvieron contra los españoles en la batalla de Centla, lo que es admirable
de esta representación es que celebra el momento en que los indígenas se
dieron cuenta que los jinetes y los caballos no eran una sola entidad, sino
dos seres individuales.
Otras celebraciones populares en las comunidades tabasqueñas son el Festival
de la Santa Cruz en Teapa, la Fiesta de Nuestra Señora de Santa Ana celebrada
en Sánchez Magallanes, las Fiestas de San Antonio, organizadas en Cárdenas, y
la Festividad de San Isidro Labrador en Comalcalco. la Festividad de San
Román en Paraíso es acompañada del ritmo de “Los Tamborileros de San Marcos”,
quienes ejecutan las piezas musicales con tambores y flautas de carrizo y se
niegan a dejar morir la tradición de una profesión que hoy en día muy pocos
músicos están dispuestos a perpetuar.
Tamaulipas
La experiencia única de disfrutar de tres ecosistemas distintos dentro de
tan sólo 21 km de camino recto sólo se puede vivir en El Cielo, Tamaulipas.
La frondosa vegetación tropical da paso a suelos rojizos habitados por altos
árboles de pino y encino
Cultura de Tamaulipas
Orgullosos de su gastronomía, los tamaulipecos presumen con orgullo un
amplio menú de platillos típicos para cada tiempo de comida. Los días se
comienzan con chochas de sotol, flor de pita con huevo, guayín o tostadas con
mermelada de nopal. También de nopal, las empanaditas son una buena entrada
durante la comida del mediodía para acompañar un cabrito en su sangre o un
delicioso asado de puerco muy al estilo norteño, sin faltar el mezcal de San
Carlos o el agua de huapilla. Y por la noche, cecina, mole de papas o unos
tamales revueltos degustados con champurrado de maíz de Teja.
Honestos y trabajadores, los tamaulipecos ataviados de sus cueras para
mitigar el frío de forma elegante se reunen en las plazas para disfrutar de
las danzas folclóricas de cada región del estado y escuchar los más nuevos
corridos de sus bandas norteñas favoritas. En el norte, en la frontera con
los Estados Unidos, los rápidos y entrecruzados pasos de la polka tamaulipeca
son muy distintos de su antepasado checo, la cual era bailada a un ritmo más
lento y sencillo. Asimismo, la redova y el chotís son de origen europeo en
boga durante el siglo XIX, sin embargo en los municipios norteños han sido
modificadas para darle personalidad tamaulipeca.
Al ritmo del clarinete y de la tambora, los habitantes de las montañas del
centro del estado, recrean l avergüenza pública a la que eran expuestos los
indígenas rebeldes atrapados en las villas. Esta danza conocida como La
Picota, también anuncia la llegada de los novios durante las fiesas que
celebran el matrimonio. Mientras que en el sur del estado los habitantes de
La Huasteca se divierten al ritmo del famoso huapango tamaulipeco. Los sones
huastecos tienen su origen en danzas españolas del siglo XVIII. La música que
le acompaña es de tono irreverente e improsivado, en el cual los cantantes
demuestran la tradicional picardía mexicana en forma de quintillas o
sextinas.
Tlaxcala
Cultura de Tlaxcala
De manos diestras y colorida imaginación, los artesanos tlaxcaltecas
esculpen tan finamente la madera, como la plata o el barro. Aún sin ayuda de
tornos o ningún otro instrumento, los habitantes de San Sebastián Atlahapa
dan vida al barro; mientras en Tlatempan las máscaras de carnaval alcanzan
singular refinamiento. En Tizatlán, una tradición simbólica es la elaboración
de intrincados bastones o teponaxtles que además de ser un auxiliar en el
caminar de los viejos, sirve de augurio para una larga vida.
La joyería de plata de Tlaxco es famosa en todo el país, y los “saltillos”
son antiguos diseños precolombinos aún tejidos en los hermosos sarapes y
tapetes elaborados en las comunidades de Santa Ana Chiuatempan y en Guadalupe
Ixcotla. Pero los artistas de Españita son los más hábiles al elaborar
innumerables figuras hechas de hoja de maíz seca; aunque las casitas de paja
de centeno y trigo construidas en Tequexquitla merecen también ser
mencionadas.
Con la construcción de tantas iglesias en la época de la colonia, era
necesario encontrar quien fundiera las imponentes campanas que anunciaran el
inicio de las misas católicas, y en el barrio de Ocotoxco en Yauhquemecan, a
mitad del siglo XVI se fundió la primer campana de la Nueva España; oficio
aún vivo en la actualidad. Al igual que Xalostoc, en donde se elaboran los
antiguos juegos pirotécnicos o fuegos artificiales que alegremente visten de
brillo la noche en que se celebra algún festejo o día especial.
De igual manera, la cultura tlaxcalteca mantiene vivas ancestrales danzas
bailadas durante la celebración del carnaval o cualquier otra gran fiesta
patronal. Una de las principales danzas aún bailada es la de los “Huehues” o
viejos, y cuya representación en cada comunidad toma un toque personal de la
misma. La Danza de las Cintas es representada por niñas que ondean un mástil
con numerosos y coloridos listones; la danza del dios sol, Tónatl, termina
con una lluvia de flores arrojadas por las doncellas de la localidad; y Las
Cuadrillas danzada en los barrios de Ocotoxco, Zimatepec, Huiloac, Tizatlán y
algunos más.
La riqueza de la gastronomía prehispánica tlaxcalteca se funde con la cocina
española para dar como resultado una de las más exquisitas cocinas mestizas
del país. Antiguos ingredientes como el maíz, cimiento de la cocina
prehispánica en todo México, maguey, nopal, epazote, perejil, calabaza,
miltomate, verdolagas, venado, guajolotes, liebre y huilota aún son
utilizados por los cocineros tlaxcaltecas en la elaboración de los más finos
platillos mexicanos.
Gusanos de maguey y pencas que envuelven un sabroso cordero asado, barbacoa
de pozo acompañada de una ensalada de nopalitos con queso y perejil, tlatoyos
de frijol y queso acompañados de atole y piloncillo… un menú interminable que
nos remonta siglos atrás al momento en que dos grandes culturas se fusionaron
para cocinar el presente.
Veracruz
El municipio de Boca del Río posee todo lo necesario para que usted
pueda disfrutar del sol y el mar en Veracruz, una gran infraestructura
hotelera y de turismo con numerosos establecimientos restauranteros, antros,
bares, centros comerciales e instalaciones deportivas. Además que la
fortaleza y puerto de San Juan de Ulúa le ofrecerán una vista sin
igual fruto de la respuesta de los lugareños ante los constantes ataques
piratas del siglo XVI. Y si prefiere una experiencia más en contacto con la
naturaleza, las playas vírgenes de Monte Pío y Roca Partida son el lugar
ideal para sus vacaciones.
Cultura de Veracruz
Jarocha, esa linda muchacha costeña que baila al ritmo del son ataviada en
su blanco traje con rebozo de seda y un ramillete de flores detrás de la
oreja…. La cultura veracruzana es una de las más distintivas del folclor
mexicano, su gran fiesta jarocha, gastronomía costeña y danzas mixtas forman
un mosaico multicolor digno de conocer.
A través del año y a lo largo de todo el estado, se celebran numerosas
fiestas patronales, religiosas y paganas. En Veracruz, toda fiesta conlleva
la celebración de los famosos bailes populares, en donde chicos y grandes
hacen gala de sus habilidades en la pista; corridas de toros, carreras de
caballos, danzas folklóricas, peleas de gallos, jaripeos, encuentros
deportivos, charrrerías, concursos y juegos y actos religiosos son
ingredientes esenciales de las grandes fiestas jarochas. La fiesta más
popular dentro y fuera del estado es el Carnaval, festejado cada primera
semana de febrero en un marco de algarabía y color. Los llamativos desfiles
de carros alegóricos cuentan con músicos que tocan al ritmo del son jarocho o
del huapango huasteco, disfraces de lentejuelas, numerosos bailarines y el
mejor humor para celebrar, después de haber realizado la simbólica quema del
“Mal Humor”, acto con el que da inicio la celebración. Actualmente, se
realizan además numerosos eventos culturales, deportivos y comerciales.
La gran tradición de la danza veracruzana se pone de manifiesto con el Ballet
Folklórico del Gobierno del Estado de Veracruz, orgulloso representante de
México, ya que sus representaciones de la Huasteca Veracruzana, el Huapango
en Pánuco, la Danza de los Negritos, el Jarabe Jarocho y otros bailes
mexicanos, han sido reconocidas tanto a nivel local como internacional.
La posición costera de la entidad se conjuga con una larga tradición
indígena, española y afroantillana para dar lugar a una vasta y diversa
cocina. En la costa, los platillos de mar más destacados son el pulpo en su
tinta, empanadas de camarón, el chilpachole y el Huachinango a la
Veracruzana, cuya fama ha cruzado fronteras. En Coatzacoalcos, exóticos
platillos adornan las mesas de los curiosos comensales con carne de
armadillo, sopa de tortuga, pejelagarto ahumado y carne de tejón, entre
otros. El atole de coyol y el té de zacate son bebidas populares en
Minatitlán, en donde además puede disfrutar de unos ricos tamales de chipiles
o de coyol. En Martínez de la Torre también destacan elaborados platos como
el pez bobo en caldo y las acamayas en chipotle. Veracruz es famoso también
por su café de calidad exportación, la zona de Coatepec además de producir el
aromático grano se distingue por su buen gusto en la cocina con su
tradicional sopa de pan, estofado de gallina y trucha arcoiris.
Las artesanías son otra de las manifestaciones artísticas de gran calidad en
Veracruz. Las numerosas etnias aún vivas en el territorio elaboran bellos
productos textiles, de alfarería y cartonería. En la zona de la Huasteca y en
la Sierra de Zongolica, donde habitan los indios macehuales, se utiliza el
telar de cintura para elaborar cobijas, jorongos, lienzos, morrales y
tapetes. El antiguo arte de la alfarería tuvo un lugar preponderante en las
antiguas culturas mesoamericanas, y hoy en las comunidades de la Huasteca y
en San miguel Aguasuelos, las mujeres elaboran bellos objetos de cerámica
para autoconsumo y para la venta. El tercer arte popular es la cartonería,
cuyo uso también data de las primeras comunidades mesoamericanas y hoy se
utiliza para decorar y elaborar las ofrendas rituales con papel amate y papel
de china.
Yucatán
Cultura de Yucatán
La geografía y la historia mantuvieron a esta hermosa península aislada de
los asuntos de la nueva república mexicana, y por esta razón, es que sus
manifestaciones culturales evolucionaron de forma independiente del resto de
la cultura mexicana, influenciadas por su contacto comercial con Francia,
Cuba y la ciudad de Nueva Orleáns de los Estados Unidos de Norteamérica.
Arquitectura, moda y gastronomía son artes que exhiben el latente sentir del
yucateco, un sentido de pertenencia más del mundo que de su propia nación.
Como ejemplo, los yucatecos adinerados que visitaban Cuba trajeron las
guayaberas cubanas a la península, teniendo tal éxito entre la población, que
Yucatán adoptó esta prenda de vestir masculina y la “nacionalizó” yucateca.
Hoy en día, las guayaberas de gran calidad en su confección son contribución
yucateca para el mundo.
Un rasgo característico de esta cultura es su pícaro sentido del humor,
reflejado durante la celebración de las vaquerías, fiestas celebradas en
honor al recuento anual de las de reses y donde los asistentes bailan
animadamente una jaranita hasta que alguien grita “¡Bomba!” y procede a
recitar un cuarteto picaresco, sello de la identidad yucateca.
Su música, conocida como trova yucateca, deleita a audiencias internacionales
y es fruto de la amplia influencia cultural que mencionábamos anteriormente.
Sus principales expositores de todos los tiempos son Cirilo Baqueiro, Fermín
Pastrana, Ricardo Palmerín, Guty Cárdenas, Pastor Cervera y Sergio Esquivel.
Y con la llegada de la “temporada”, en los calurosos meses de julio y agosto,
la tradicional familia yucateca, se lanza a las playas y manantiales del
estado para recrearse y descansar en compañía de los más cercanos.
El caluroso clima de la península es mitigado durante todo el año también
descansando en una cómoda hamaca. El origen de esta pieza de descanso es
incierto. Su nombre, significa en haitiano “árbol”, y como la hamaca por lo
general se amarra entre los troncos de dos árboles se cree puede haberse
originado en tierras caribeñas. Sin embargo, los registros históricos hablan
de las hamacas en Yucatán desde el siglo XVI, y es tan parte de su identidad
como la cochinita pibil o guayabera yucateca. Asimismo, los fabricantes de
estas coloridas camas colgantes son indígenas mayas que aún las elaboran
manualmente en telares de madera.
GASTRONOMÍA
La cocina yucateca se destaca por la armoniosa combinación de los sabores y
olores frescos de limas, naranjas, plátano, achiote y calabaza, entre otros,
que hacen de sus platillos típicos, dignos representantes de la riqueza
cultural que estas tierras exhiben.
La cochinita pibil, la sopa de lima, los huevos motuleños, los papadzules, el
poc-chuc y el pan de elote forman parte de este gran legado culinario del
sureste mexicano.
ACTIVISMO
La sociedad civil mexicana se destaca por su participación solamente en
ciertos estados de la república, entre ellos, Yucatán destaca por la pasión y
organización de una sociedad que denuncia la existencia de presos políticos,
el trato injusto y la discriminación hacia los indígenas (que conforman el
50% de la población del estado) y el atraso en materia de derechos humanos
que Yucatán presenta.
Centro De Medios Independientes De Yucatán – Con sede en la Península de
Yucatán, esta asociación civil se describe a si misma como “un colectivo
democrático no comercial”, cuya misión es proporcionar un foro de libre
expresión a la opinión pública a través de internet, radio, video y otros
medios de comunicación, en la lucha por la defensa de los derechos humanos.
Su labor en el sureste de la República Mexicana está de la mano con otras
asociaciones defensoras de los derechos humanos, como Indymedia.org, centro
de medios de comunicación independiente que nace del trabajo conjunto de
organizaciones activistas en 1999 para dar cobertura a las protestas
realizadas por la cumbre de la OMC (Organización Mundial del Comercio) en
Seattle.
Asimismo, circulan en internet numerosos blogs y páginas web que denuncian
las violaciones a los derechos humanos que suceden frecuentemente en el
estado.
HANAL PIXAN
Para sorpresa de los conquistadores españoles, particularmente los misioneros
católicos, las ciudades mayas no tenían cementerios, debido a que, sus
habitantes enterraban a sus muertos dentro de sus hogares.
La veneración de los muertos que los mayas siempre han practicado, fue
imposible de remover con la evangelización, por lo que los misioneros
decidieron permitir la práctica de la celebración de los días 1 y 2 de
noviembre, en donde, al igual que en otros estados del sur y centro de
México, se celebra el Día de Muertos.
El banquete que se prepara para los muertos, o Hanal Pixan (que significa
maya Banquete para las Ánimas), consiste principalmente del muc-bil pollo, un
tamal de maíz y relleno de carne y especias, envuelto en hoja de plátano
horneado bajo la tierra.
Los altares que se levantan en su honor son alegremente decorados con papel
de colores, flores, fotografías y objetos personales de los difuntos.
FESTIVAL INTERNACIONAL DE LAS ARTES: MÉRIDA, CAPITAL Y CULTURA
Durante el primer mes del año se celebra la fundación de la capital yucateca,
la bella Ciudad Blanca. Que sirve de escenario a 26 días de manifestaciones
culturales de calidad internacional. Teatro, danza, música, talleres de arte,
literatura, ópera y otros eventos culturales inundan las calles y los
escenarios históricos de Mérida, como el Teatro José Peón Contreras, el
Centro Cultural Olimpo, el Parque Santa Lucía, entre otros.
Zacatecas
Cultura de Zacatecas
La vocación minera del pueblo zacatecano mantenía a una gran parte de la
población ocupada en esta actividad económica. Para trabajar en la minas es
necesario trabajar en parejas, donde uno de los mineros pica la piedra y el
otro lleva la barreta. Los sábados, al término de las largas jornadas de
trabajo, los barreteros salían en busca de amigos y familiares para tomar
mezcal y reproducir los ruidos hechos con sus herramientas en la mina al
estilo del tamborazo. Estas celebraciones improvisadas solían durar toda la
noche y las mujeres del pueblo eran instruidas en pasar a recoger a sus
maridos a la cárcel la mañana siguiente en caso de no haber llegado antes al
hogar.
Hoy en día, un grupo de 8 o 10 músicos entona la Marcha Zacatecana para
comenzar el recorrido por los callejones de la ciudad, tomándose algún
descanso de vez en cuando para repartir mezcal de Huitzila a todos los que
les acompañan.
En cuanto al arte de la gastronomía, la cocina zacatecana heredó el sabor de
la cultura mesoamericana que distingue a gran parte del país. El platillo más
representativo es el “asado de boda”, nombre que le corresponde por ser el
platillo más popular en las bodas zacatecanas. Su exquisito sabor por si solo
es motivo de fiesta, pues en él se conjugan una gran variedad de sabores
representados en la carne de cerdo, el chile ancho, el chocolate y diversas
especies para agregar el toque final.
Pero el aspecto que más representativo de la cultura zacatecana tal vez es el
de las fiestas regionales. Los zacatecanos se visten de gala y color en
numerosas ocasiones durante el año para celebrar fiestas patronales,
religiosas, cívicas o personales. En enero se celebra la Fiesta de los
Papapquis en Nochistlán y las Fiestas del Niño de las Palomitas en
Tacoaleche, Guadalupe. En febrero, como en muchas comunidades mexicanas se
celebra la Feria del Carnaval y las Fiestas de la Calendaria. Mientras que en
marzo, diversos municipios festejan las Fiestas de San José. Durante la
Semana Santa se celebra el Festival Cultural de Zacatecas en la capital del
estado. Y en junio, en Cuauhtémoc, Zacatecas se realizan las festividades de
San Pedro y San Pablo. El Festival Zacatecas del Folclor Internacional es
organizado en la capital durante el mes de julio de cada año. En el mes
siguiente, también en la capital, se festejan los Morismos del Bracho. En
Ojocaliente, Zacatecas, la celebración de la Feria de la Tuna y la Uva viste
de alegría las calles durante el mes de septiembre. También en este mes se
lleva a cabo la famosa Feria Nacional de Zacatecas, con sede en la capital
estatal. En otras comunidades de la entidad, este mes es el elegido para
festejar fiestas religiosas como la de la Virgen de la Soledad, la Virgen de
la Merced y las fiestas de San Miguel. Las Fiestas de San Juan Bautista en
Vetagrande, la Feria Regional de Huanusco, la Feria Regional de Nochistlán en
el lugar del mismo nombre, la Feria de Aniversario de Luis Moya, Zacatecas y
el Festival Internacional de Teatro de la Calle en la ciudad de Zacatecas
alegran los días de octubre. Y para cerrar el año, numerosas ferias
regionales son celebradas en las comunidades de Concepción del Oro, Calera de
Víctor Rosales, Loreto, Guadalupe, Valparaíso, Villa García, Jalpa, Tabasco y
Tepechitlán; mientras que en Fresnillo, sus habitantes disfrutan de las
fiestas del Santo Niño de Atocha.
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